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Eneko Satrústegui se convirtió ayer en el último fichaje del Real Murcia después de un plazo de incorporaciones marcado por las prisas y por el descenso administrativo de los granas a Segunda División B. El hecho de que la centenaria entidad apenas haya tenido quince días para confeccionar un equipo prácticamente nuevo provocó que se dejaran varios huecos libres por si pasaba lo que ayer ocurrió con Satrústegui, un lateral zurdo formado en las escalas inferiores de Osasuna y que, tras rechazar una renovación a la baja de su club, estaba formando parte de la selección que organiza el sindicato de jugadores para encontrarle destino a algunos de los que se han quedado en el paro.

Sea en el puesto que sea, la verdad es que al Murcia le vienen bien casi todos los futbolistas que puedan aportar algo, ya que sobrar no sobra nada. Ahora bien, con el plazo cerrado para incorporar jugadores, desde Nueva Condomina sólo pueden dirigirse a jugadores que se encuentren en el paro, como son los casos de la mayoría de profesionales a los que representa la AFE.

Con la llegada del defensa navarro, José Manuel Aira, el técnico grana, maneja ahora mismo diecinueve piezas con vistas al próximo fin de semana. El lateral zurdo, nacido en Villaba, se convierte en el tercer futbolista de la plantilla que puede hacer las veces de lateral zurdo, ya que Pumar y Víctor Ruiz ya han desempeñado esta función. En el capítulo de centrales, ahora mismo hay lo justo esperando a David Prieto, mientras que tampoco sería descabellado que aparezca otro lateral, pero diestro, ya que José Martínez parece ser el que mejor se amolda al carril derecho. Su expulsión ante el Celta de Vigo B le impedirá estar contra el Marino de Luanco, por lo que Aira ya está obligado a inventarse la primera historia de la temporada ante la evidente falta de efectivos.

Y es que parece que, conscientes de la dificultad de encontrar ahora mismo atacantes interesantes sin soltar un euro, en el Murcia han querido apuntalar mejor una línea defensiva que puede valer para completar un curso decente, pero que puede ser escasa para tratar de afrontar el ascenso con ciertas garantías.

Eneko tiene en su pasado reciente un calvario muy particular después de que, en febrero de 2013, jugando como cedido en el Numancia de Soria, se rompiera el cruzado en la peor lesión que puede sufrir un futbolista. Inevitablemente, la recuperación frenó un poco la evolución de un jugador que necesita un poco de confianza en el Real Murcia para tratar de mostrar las cosas que no pudo hacer en el Reyno de Navarra.

Todavía quedan tres vacantes disponibles en la plantilla grana, aunque las últimas piezas parece ser que van a llegar con cuentagotas, dependiendo de las alternativas que ofrezca un mercado terriblemente reducido en el que habrá que arriesgar con determinados futbolistas.