­El delantero vive del gol. Podrá sonar a tópico, pero un atacante no es nada si no ve puerta, si no es el protagonista de los triunfos de su equipo, si no recibe cada jornada unos cuantos abrazos de sus compañeros, alguna que otra palmadita en el trasero, muchas sonrisas. En la portería rival, en los fracasos del meta contrario, está su éxito. Sin embargo, actualmente en Segunda División, hay dos delanteros que viven alejados de los focos, por lo menos en el sentido positivo, que luchan cada jornada por poner fin a una situación nada ventajosa para ellos, la soledad. Son el murcianista Chando y el madrileño Roberto Peragón, del Nástic de Tarragona, los dos únicos delanteros de la categoría de plata que, siendo asiduos en las alineaciones de sus respectivos equipos, no han conseguido ver puerta en veintiséis jornadas ligueras disputadas. Hay otros atacantes que también sueñan con hacer gol, pero ninguno que haya disputado tantos minutos durante este curso como el grana y el madrileño del Tarragona.

La situación de Chando es más que preocupante. El mallorquín, que afronta su tercera temporada en las filas del Real Murcia, siempre ha tenido dificultades para hacer gol, ha necesitado constantes ocasiones para convertir alguna, pero en esta temporada aún no sabe lo que es llevarse una gran alegría personal. Celebra como el primero los goles de sus compañeros, las victorias de su equipo, pero vive en la soledad del que no logra cumplir con su trabajo.

Esa falta de acierto y dos lesiones le han cortado las alas. Ya no es el titular para Iñaki Alonso, que desde hace ya algunas jornadas confía en el argentino Cristian García. No es que el Ruso sea un matador, pero ha aprovechado las oportunidades que le han dado para ser uno de los ´pichichi´ del equipo con cinco goles en 1.062 minutos. Al tiempo que Cristian gana presencia en el equipo, Chando la pierde. El cartel de delantero estrella del equipo, de uno de los futbolistas mejor pagados de la plantilla, del único al que el club le respetó su contrato y su ficha pese al descenso, lo luce en el banquillo, desde donde tiene que ver gran parte de los partidos en las últimas jornadas.

Y es que el acumular 1.102 minutos sin ver puerta le pasa factura a cualquiera. Incluso los otros dos delanteros del Real Murcia, Kike, lesionado desde la segunda jornada liguera, y Borja, que apenas ha contado para Iñaki Alonso, han cantado gol. El primero se estrenó en el choque que abrió la Liga ante el Celta, gol que no impidió la derrota del Murcia, mientras que Borja lleva dos goles, uno ante el Numancia y otro frente al Alcoyano, ambos en Nueva Condomina.

No beneficia a la falta de pólvora de Chando el juego que práctica el equipo. Balones largos, que apenas pasan por el centro del campo, jugadas de estrategia y poco más. Tanto el mallorquín como Cristian García sufren constantemente en su isla desierta a la espera de que les llegue algún balón en condiciones. El Ruso ha aprovechado cinco, Chando ninguno, incluso en algún que otro encuentro ha fallado lo que un delantero no se puede permitir fallar.

Su único gol esta temporada no subió al marcador. Llegó de cabeza en el campo del Nástic de Tarragona, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego y el mallorquín se quedó con la miel en los labios, a la espera de otra oportunidad que aún no ha llegado.

Veintiséis jornadas, poco más de mil cien minutos sin marcar. Son los peores números de Chando desde que en verano de 2009 aterrizara en Murcia. En su primera temporada, en la que los granas acabaron en Segunda División B, Chando marcó 14 goles en 2.388 minutos, llegando la mayoría de esos tantos en la segunda vuelta del campeonato (5 en la primera vuelta por 9 en la segunda). El pasado curso, en una categoría que a los granas se les quedaba pequeña, alcanzó las dieciocho dianas, aunque tuvo algún que otro bache al inicio del 2011 que luego consiguió superar.

La misma situación que Chando sólo la vive otro delantero en la categoría, el madrileño Roberto Peragón, del Nástic de Tarragona. El veterano jugador de 33 años ha disputado 1.444 minutos en lo que va de curso y no ha conseguido estrenarse como goleador. Incluso el pasado sábado, en el encuentro ante el Xerez, se permitió fallar un penalti. Los catalanes perdieron y cada día tienen más complicada la salvación. Sus malos números contrastan con los de su compañero Berry Powell, que lleva 9 dianas.

Otros casos, aunque de jugadores que han disputado muchos menos minutos que Chando y Peragón en la actual temporada, son los de Arriaga, en el Guadalajara, y Goiria, delantero al que el Cartagena dio la baja el pasado mercado invernal y finalmente fichó por el Girona. El primero ha jugado 682 minutos y todavía no sabe lo que es marcar, mientras que el segundo disputó con el Cartagena 599 minutos y actualmente con el Girona ya lleva 162. Ni en uno ni en otro equipo ha visto puerta.