Mírame y no me toques

El último informe sobre la situación financiera, elaborado por José María Gay, profesor de la Universidad de Barcelona, es demoledor: la deuda del fútbol español alcanza los 3.526 millones de euros, lo mismo que le cuesta al Estado las empresas públicas, que generan cientos de miles de empleos en este país.

El problema es que el pasivo se ha generado en época de bonanza económica. ¿Cómo salen ahora del agujero en plena crisis si no han sido capaces de generar beneficios en el pasado reciente? La situación es crítica, aunque casi todo el mundo mira para otro lado.

Hace un par de años, algunos presidentes llegaron a deslizar la posibilidad de que el Estado saliera al rescate de los clubes. Es decir, que se volviera a plantear un Plan de Saneamiento, como ocurrió antes del Mundial 82. Menos mal que nadie ha persistido en el intento, porque de mis impuestos ni de los suyos puede salir ni un solo euro para pagar los dispendios de estos señores, y menos con casi cuatro millones de parados.

Y para colmo, el principal sustento, las plataformas televisivas, se tambalean como casi todas las empresas españolas. Mediapro está en concurso de acreedores y los dos ´grandes´ se reparten casi todo el pastel que, para eso, son los que más generan. De hecho, después de lo vivido la temporada pasada, ya nadie tiene dudas de que sólo Barça o Madrid pueden ganar la Liga, que están muy por encima y que muy pocos podrán, ni siquiera, plantarles batalla en un partido.

VAIVENES ALBINEGROS

El verano pasado se vivió una fiebre de pasiones en torno al Fútbol Club Cartagena. La afición, hasta ese momento en sus trincheras esperando acontecimientos después de muchas decepciones, salió a la calle para sacarse su abono. Se formaron largas colas cuando la única ilusión era el estreno del club en Segunda División, y la máxima aspiración, la permanencia.

Este verano la historia es diferente. Después de una temporada mágica, la aspiración es el ascenso. Sin embargo, ¿por qué ni siquiera se ha igualado la cifra de abonados del pasado curso? ¿Por qué no se ha enganchado al menos a un millar de esos seguidores que se acercaron al Cartagonova, que se llenó en varias ocasiones, al olor de los buenos resultados? En definitiva, ¿por qué ha descendido el número de abonados, que en la actualidad rondan los 6.700? Lo lógico sería que hoy estuviéramos hablando de una cifra cercana a los diez mil abonados, pero aquí ha fallado algo.

El primer error hay que encontrarlo en los precios. Tanto el presidente, Paco Gómez, como el director general, Paco López, diseñaron una campaña con un importante aumento del precio. Quizás no era lo más adecuado en una época de crisis como es la actual. Y después se admitió el desacierto al rectificar las tarifas. El error se multiplicó por dos.

Por otro lado están las ´jornadas económicas´, ya es desuso en el fútbol español. Por tanto, quien compre un abono de lateral alto, que cuesta 325 euros, tiene que hacer una previsión de al menos unos 60 euros más, que será lo que le costará la entrada para los dos partidos en los que tendrá que pasar por taquilla.

Por cierto, que no se me olvide. Que los aficionados del Cartagena no esperen que en algunos campos los reciban con los brazos abiertos y les hagan precios especiales. Les recuerdo que los gestores del club se granjearon la pasada temporada la enemistad de algunos rivales. La suerte es que dos de ellos, Real Murcia y Hércules, no están esta campaña en la categoría.

OZIL ¿Madridista?

Los compañeros de Mundo Deportivo publicaron hace ya un tiempo que Ozil, el nuevo jugador del Real Madrid, había confesado que era del Barcelona desde que era un crío, aunque con 21 años sigue siéndolo. El otro día, en su presentación como madridista, dijo lo contrario. Lógico, por otro lado, porque en el mundo del fútbol uno es de quien le paga. Hay quien se lo ha recordado, pero ¿a quién no le ha ocurrido algo similar en su vida profesional? Hoy estás aquí y mañana puedes estar allí. Y si no que se lo pregunten a todos los compañeros de la Ser que se han ido a la Cope. Yo me siento incapaz de criticar a Ozil.

CRÍTICAS A GUARDIOLA

Esta noche se juega el partido de vuelta de la final de la Supercopa. Pep Guardiola se la jugó en la ida con la cantera y le salió mal por la derrota. Hoy toca remontada, pero durante la semana he escuchado voces críticas contra el técnico que en dos temporadas lo ha ganado todo. La memoria futbolística en esta país es tan corta, que un solo resultado negativo levanta las alarmas. Qué quieren que les diga, que sigo siendo ´Guardiolista´. Los genios tienen estas cosas.

MEDIÁTICO CLEMENTE

En los últimos tiempos, el Real Murcia ha tenido entrenadores de distinto corte. Pero ninguno de ellos con la capacidad mediática de Javier Clemente. Y creo que nadie lo podrá igualar. Todo lo que hace el vasco tiene una gran repercusión. Acaba de convertirse en seleccionador de Camerún y todos los medios de comunicación españoles se han hecho eco de este histórico acontecimiento. Incluso programas que no tienen nada que ver con el deporte, como Tonterías las justas, el genial espacio de Cuatro que presenta Florentino Fernández –se agradece que no se haya ido de vacaciones en agosto– hizo alusión al fichaje. Lo que se ha perdido el Murcia.

BARBARIDADES

La semana pasada se vivió un espectáculo bochornoso en Lorca. Cayetano Montiel, quien estaba presente, lo contó en las páginas de LA OPINIÓN con pelos y señales. No voy a reproducir lo que Antonio Baños, vicepresidente del club, le dijo a Benigno Sánchez, el entrenador, cuando conoció que su hijo estaba fuera del equipo que jugará esta campaña en Segunda B con la plaza del Sangonera. Fue muy ruín. El problema es más grave porque no es la primera vez que Baños se mete en un jardín estando su hijo en medio. Recuerdo que hace unos años también estuvo involucrado en un incidente en un partido de juveniles. Nunca he visto jugar al chico, pero entiendo que flaco favor le está haciendo su progenitor. Aunque cada uno es libre, siempre dentro de unos márgenes, de hacer lo que quiera.

Más de padres e hijos

Se me vienen a la cabeza más casos de padres e hijos que no han salido bien. Uno está de moda, Míchel-Adrián, por unas declaraciones que realizó el ex jugador madridista que él ha negado. Y el otro fue el caso Johan Cruyff-Jordi Cruyff. Los dos ´matrimonios´ terminaron por romperse.