La primera exposición en solitario de la totanera Lorena Cabrera ya puede visitarse, hasta el 2 de noviembre en la sala Gregorio Cebrián.

La obra de la joven cuenta con una selección de paisajes y retratos, entre ellos uno de sus proyectos más representativos, Terciopelo Rojo, presentado este año en el ICOCEP en Oporto, Portugal.

Además, la exposición cuenta con una serie de retratos masculinos llamada Hijos de Eva. Con ella, la artista intenta ensalzar el poder de la mujer y el papel de la madre, llevando cada retrato individualmente el nombre de cada una de las madres de los modelos.

La mayoría de las obras que se exponen quedan abiertas a la interpretación de los asistentes, de tal forma que no hay condicionantes externos que interfieran en la visión personal de cada individuo, si no que serán sus propias vivencias las que le guíen en la lectura de las imágenes.

También se pueden encontrar en la sala de Totana un par de paisajes que resultaron de su estancia como becada en el Curso de Pintura de Paisaje de Segovia, al término de su grado en Bellas Artes.

La disposición de la sala está inspirada en un cuadro de Tintoretto, que representa la leyenda de Susana y los viejos.