Ilegales irrumpieron en la escena a principios de los ochenta como un puñetazo en la cara. Toda la carrera y, por ende, la vida de Jorge Ilegal ha sido extrema. A qué negarlo. Desde sus primeros disparos a quemarropa, los Ilegales se abrieron paso a bofetadas, de bronca en bronca. Temazos como Europa ha muerto (el tiempo lo hizo profético), La fiesta o Princesa equivocada hicieron presagiar lo mejor para el entonces recién nacido comando asturiano, y su primer single ( Revuelta juvenil en Mongolia/ La pasta en la mano) ya mostraba ese realismo brutal de sórdidos ambientes sin salida, de mundos peligrosos y rebeldes, tan característico en sus letras. Ahora, tras cinco años de parón, La vida es fuego (2015), supone el regreso discográfico de los asturianos tras 13 años sin grabar, y, pese al repentino fallecimiento de Espina, la banda ha conseguido reponerse. Hoy, en el Parque Fofó, Los Marañones y M76 serán quienes acompañen a Jorge Martínez y sus Ilegales en este esperado regreso.

«Luego por la noche al Penta a escuchar canciones que consiguen que te pueda amar», decía la canción de Antonio Vega. En aquella época los bares eran el refugio. ¿El Bar es tu única patria, como dices en tu canción Voy al bar ?

Mi discurso en esa época era más urgente y creo que más necesario: 'Levántate y lucha, esta es tu pelea'. Desde antiguo sabemos que el bar es la verdadera patria con la que puedes contar. En los bares se han fraguado golpes de estado, revoluciones, movimientos artísticos, corrientes filosóficas, amistades y parejas de todo tipo.

El concierto aniversario del Penta se celebró en el antiguo Palacio de los Deportes, el lugar donde Enrique Tierno Galván entonó una de las arengas más celebradas en su momento con aquello de «el que no esté colocao, que se coloque y al loro». ¿Sería imposible en estos tiempos políticamente correctos?

Las libertades, tanto individuales como colectivas, se han restringido muchísimo; incluso se han atrevido con una ley mordaza... Los artistas tenemos una alta parte de responsabilidad en ello. Por una repulsiva cobardía y ansiedad de caer bien a todo el mundo hemos olvidado nuestra obligación de transgredir, y con ello aumentar las cotas de libertad de todo un pueblo. Tierno Galván era un intelectual y un político de talla; hoy se consideran peligrosos los políticos con estas características, incluso dentro de los propios partidos. El político que se prefiere hoy es un patán, especie fácil de encontrar, y existen inagotables recambios de esta especie.

Al hilo de lo anterior, ¿habéis tenido problemas con las viejas canciones? ¿Han envejecido bien?

Las viejas canciones de Ilegales no han envejecido en absoluto; son de ese tipo de canciones.

Esta nueva etapa de Ilegales empezó con el fallecimiento de vuestro bajista Alejandro. Duro trance.

Sin duda el momento mas duro en la vida del grupo; nadie lo esperaba. Que una persona joven y sana desaparezca de repente es algo que no te acabas de creer. Por eso tocamos con esa rabia desde entonces, sabemos que el rock nos está salvando de un periodo depresivo.

Has comentado que algunos temas de La vida es fuego son un reflejo de la situación actual. ¿Te afecta la situación política para componer? ¿Te sientes optimista ante el futuro?

Leo casi todos los días los periódicos más creíbles. No es difícil encontrar una información veraz si se sabe dónde buscar. El hecho de que el electorado haya sido capaz de entender que los partidos, como muchas otras cosas, se pudren y hay que buscar nuevas opciones, me hace albergar alguna esperanza. Será la primavera.

¿La vuelta de Ilegales es indefinida? ¿Qué pasa con Jorge Ilegal y Los Magníficos?

No sería honesto hacer algo, actualmente, con Los Magníficos. No tengo canciones para ellos. Han sido una aportación interesante, casi imprescindible e incluso heroica, dadas las circunstancias, y ha despertado muchas sensibilidades. Pero en la actualidad me siento rabiosamente ilegal, y no hay espacio para nada más.

¿Cómo os ha recibido el público? ¿Hay caras nuevas?

Nuevas caras, viejas caras, pero las mismas cabezas.

Dedicas una canción a los hipsters, pero algunos son fans de Ilegales.

Los hipsters son esa nota de color y esa superficialidad que siempre envuelve a lo fundamental, ya desde su aparición en los años cuarenta dentro del entorno cool jazz. No me molestan, incluso me divierte lo cómicos que resultan algunas veces.

Ahora, con lo del Brexit, ¿Europa sí que ha muerto, o ya estaba muerta cuando hiciste la canción?

Europa estaba muerta nada más salir Maastricht. Resultaba ingenuo no pensar de esta manera, y no entiendo cómo los políticos españoles han sido tan torpes como para no prever un futuro cantado. Yo sólo tenía veintitantos y estaba absorto ante tanta ingenuidad y tontería. Además, lo de los bancos extranjeros que prestan lo que necesitas y lo que no necesitas, es una estafa ya muy gastada de los años setenta. Un presidente de Ecuador murió por eludir este timo en esa época. Es increíble lo bien pagadas que siguen estando algunas estafas de lo más burdo.