Aurora García es una de las voces más convincentes de la 'escena de música negra' nacional. El veneno de la música le entró a la corta edad de 15 años tocando la guitarra y cantando en su primera banda de rock, Rat Racers. Aurora ha formado parte de innumerables formaciones musicales, como Rootshakers (Reggae), Afrosoul Toasting All Stars (primera banda de Afrobeat en España), Gospel Factory (coro de gospel), Lady and The Whip Swingers (Big Band de swing), Stormy Weather (jazz), Little Wonder (Tributo a Stevie Wonder) o Freedonia (Soul).
En su etapa como cantante solista del grupo Freedonia se consagró como una de las mejores voces nacionales, según crítica y público, consiguiendo premios a mejor canción del 2012 (Heaven Bells), según Premios Pop Eye, o mejor banda revelación y banda soul, según encuestas de El País.
Su nuevo proyecto, y más personal, es Aurora & The Betrayers. Su primer disco, Shadows go Away, vio la luz en 2014, con influencias que pasan por el folk americano, el soul, el funk, R&B y la música pop. Han sabido llevar al estudio canciones directas de arreglos muy estudiados para conseguir un sonido personal que no deja indiferente.
En la presentación en Murcia de Aurora & The Betrayers les acompaña el músico estadounidense afincado en Murcia David Hooper. Siempre atraído por los latidos de la vibrante escena del Southern Soul, ha demostrado sus cualidades para el blues y el rhythm & blues. En Los Angeles, capital de las oportunidades, lanzó su carrera como artista. Allí formó parte de importantes bandas de R&B y funk de California como Hollywood, Another Level o Sooper Experience Band.
Después de su etapa en Los Ángeles y Las Vegas, y de recorrer los escenarios de todo el mundo actuando en lugares como Hong-Kong, se estableció en Murcia, donde reside en la actualidad, por amor a una murciana. Tras años de recorrer escenarios españoles en compañía de grandes músicos, y un anecdótico paso por Factor X, Tucxone Records redescubrió su talento. Ha lanzado un disco titulado It´s my Turn, lleno de alma y clase, con The Silver Backs como banda de apoyo. Un álbum de corte clásico sin pretensiones, de canciones sólidas y atemporales que van cayendo in crescendo dentro de una narrativa fluida y natural.
