Tras soñar como Pájaro que vuela libre en su anterior álbum, Miguel Campello toma tierra en Camina, el tercer disco de su carrera en solitario como Chatarrero y en el que el excantante de Elbicho asegura haberse alejado de la realidad que le rodea para tomarse las cosas con tranquilidad y calma. Publicado el pasado año, el músico lo presentará hoy en el Teatro Circo de Murcia.

Ahora que Chatarrero, el oficio de su abuelo, es como su segundo apellido, Campello cuenta que en este disco ha podido «sacar todo lo que tenía desde hace mucho tiempo guardado» desde la libertad y la independencia. «Me he permitido el lujo de hacer unas cosas y a lo mejor en grupo te toca hacer otras cosas, ni buenas ni malas», cuenta sobre las diferencias de trabajar en solitario, ya que antes «una canción tenía que pasar por ocho cabezas» y ahora las decisiones le corresponden enteramente a él.

Las coordenadas de Camina vuelven a situar a Campello con un pie en el flamenco pero sólo como punto de partida para acercarse a otras músicas como el rock o los ritmos árabes, aunque el artista subraya su predilección por la música de raíz, sea con un sitar o a través del cante flamenco.

El resultado es «un trabajo muy casero», grabado en el estudio que tiene en su propia vivienda, y en el que las letras de Campello se centran en lo original, en volver a lo básico: el sol, la lluvia, el aire, reír o llorar.

«Aire cuando tú no estás se me está llenando el tiempo de maldita soledad», canta Campello en el single Aire, aunque matiza que la soledad aparece en su vida «de muchas maneras», a veces como un problema pero otras puede hasta echarla en falta.