«Es una obra que nos apasiona». No le hace falta decir mucho más a Esperanza Clares, directora de Producción de Alquibla Teatro, para explicar la razón por la cual el próximo viernes la compañía estrenará Cyrano de Bergerac. La historia de un amor imposible, de un hombre con una nariz que roza lo ridículo, del triunfo del hombre frente al héroe encandilaba a los miembros de la compañía murciana que, tras el éxito de La malquerida, aún de gira, recuperan el famoso texto de Edmond Rostand, que protagonizarán Julio Navarro Albero (Cyrano), York Alexander (Cristián) y Aurora Briz (Roxana), dirigidos por Antonio Saura.

«Nos apasionan las historias de amor y de esta estábamos especialmente enamorados, no sólo por la historia, sino también porque suben a escena valores que todos deberíamos revisar, como el honor, la lealtad, el amor por la cultura, el amor por el saber», explica Esperanza Clares, encargada además de la versión de este montaje.

«Nos hemos centrado -explica- en los tres personajes principales, en la historia de amor a tres bandas para mostrar sobre todo al indiscutible protagonista, Cyrano; es un hombre que decide, ante su complejo por esa gran nariz, ser el mejor en todo lo demás: culto, instruido, bueno en las armas...».

Así, el Cyrano de Alquibla muestra el amor que siente sin decirlo el protagonista por su prima Roxana, que a su vez está enamorada de Cristián, el joven cadete.

«Necesitábamos a un actor como Julio Navarro, que pudiera mostrar todos los matices de este personaje enamorado, atormentado, grotesco; un antihéroe que se vuelve contra todo y que hace enemigos por no someterse a la humillación», describe Clares, que por todo ello decidió eliminar del texto de Rostand las historias paralelas de la versión original. «Hay que tenerle mucho respeto al texto original, pero, al mismo tiempo, la capacidad de no tenerle miedo», explica.

Alquibla estrenará Cyrano el próximo viernes en el Teatro Guerra de Lorca y, el sábado y el domingo, en el Teatro Romea de Murcia, un escenario que la compañía murciana llevaba años sin pisar. «Es una ilusión grandísima, aunque me da pena no salir a escena», confiesa Clares, también actriz de la compañía en sus anteriores montajes. «Pero lo haremos con mucha ilusión, porque tanto el Romea como el Guerra son espacios ideales para esta obra».

Sin saber dónde se encuentra la clave del éxito, Clares está convencida de que esta obra llegará al espectador. «Tiene tanta capacidad de emocionar y a la vez de divertirte, por ejemplo cuando le describen su nariz; tiene una frescura que contrasta con escenas tan intensas como las del balcón, cuando encubierto Cyrano deja hablar a su corazón... Muestra que se puede amar sin límites, aunque ese amor te haga desgraciado».

Y Alquibla vuelve a apostar por un montaje con una gran «ilusión», porque el teatro vive una época «en la que, aunque deba haber un equilibrio entre el corazón y la razón, al final la pasión te arrastra». Y reconoce Esperanza Clares que hubo tiempos mejores, en el que las administraciones respetaban más la cultura, «pero debemos seguir insistiendo y trabajando con honradez». Quizá por orgullo: «Tenemos que demostrar que no van a poder con nosotros». Y, quizá, por pasión: «Cuando encuentras lo que quieres hacer en la vida y le dedicas tanto tiempo, ya no lo puedes abandonar».