Ahab y la ballena blanca, ganadora del III Premio Internacional Álbum Ilustrado de Edelvives, es una obra nacida de las emociones y los recuerdos de infancia en Murcia de su creador, Manuel Marsol.

Durante la presentación de los premios Edelvives, el expublicista Manuel Marsol explicó que decidió apostar por el mito de Moby Dick y su gran carga simbólica para concurrir al premio de Álbum Ilustrado por la conexión que desde pequeño ha tenido con este clásico de Herman Melville gracias a su pasión por el mar. En Ahab y la ballena blanca recrea, «con tintes humorísticos», la historia de Moby Dick, pero readaptada a sus vivencias infantiles y a sus recuerdos en el mar de Murcia, en el que se pasaba jornadas enteras pescando, con vasos de tubo, junto a su hermana. La obra del ilustrador «es una metáfora» sobre la forma en que las obsesiones pueden impedir ver «lo que uno tiene delante», como le sucede a su protagonista con la ballena, a la que tiene permanentemente delante «sin verla».

Por su parte, Elena Alonso Frayle, ganadora del Premio Alandar de Narrativa Juvenil 2014, reconoció que su obra, La edad de la anestesia surgió después de que operaran a su hijo, con una cardiopatía como la de la protagonista de la novela. Paloma Muiña ha ganado el Ala Delta de Literatura Infantil con la obra Un cóndor en Madrid, en la que narra la relación entre un niño y una niña ecuatorianos preocupados por la deriva del abuelo de ella al quedarse viudo.