Asegura el creativo murciano César G. Pérez –director de la agencia de publicidad dsp creativity– que lleva dos años «viviendo en los años cuarenta». Fue entonces cuando, tras realizar un trabajo para las jornadas de recreación histórica que se celebran en El Malecón de Murcia –y que hicieron que sus ojos «se abrieran como platos»–, la idea de realizar una serie ambientada en la II Guerra Mundial empezó a pasear por su cabeza. Y hasta ahora, que ya han rodado el ´teaser´ –montaje promocional– y están trabajando en el primer capítulo de Alleine (Solo), cuenta que les ha pasado «de todo». Por ejemplo, que 48 horas antes de empezar el rodaje de estas escenas, para el que contaban con un presupuesto «ridículo» de 6.000 euros, la cifra se redujera a la mitad.

Aun así, y a pesar «del sacrificio, de las horas sin dormir y sin comer», la ilusión y las ganas de trabajar, de hacer «algo diferente», ganan la partida y el proyecto va poco a poco saliendo adelante con la colaboración de la empresa audiovisual murciana Bravo Studios y un equipo encabezado por el director alicantino Alfonso Navarro y actores como Vicente Gil (REC, Punta Escarlata, Crematorio, Águila Roja), Sara Gómez (Fuga de cerebros, Bicho malo, Tierra de lobos), Manuel Camacho (el niño protagonista de la película Entrelobos) y los murcianos Alberto García Tormo y Al Fernández. Entre las escenas ya proyectadas está, por ejemplo, una fiesta del Ejército alemán que se rodará próximamente en el Casino de Murcia.

César G. Pérez confiesa que «siempre se tiene miedo» a que los proyectos no salgan adelante, y más cuando se trata de «algo tan grande» como esta serie, pero en el fondo dice que «sabía que iba a salir adelante porque la gente se iba ilusionando». La clave, afirma, está «en generar energía para arrastrar a los demás»; y recuerda riendo cómo en el equipo hay quien destaca su «mezcla de ilusión y cojones».

En un principio, el proyecto de Allleine se presentó a alguna productora, pero «querían hacer ellos la serie y proponían a directores ya mayores que no han trabajado en digital, lo que se alejaba de la idea inicial», cuenta el creativo murciano. Por eso, finalmente los responsables de la producción decidieron juntar a un buen equipo, embarcarse en la realización del proyecto y, después, intentar vender la serie. Pérez cuenta que ya hay cadenas y productoras interesadas en estudiar la compra –por ejemplo, Showtime–, aunque no hay nada en firme.

Sin buenos ni malos

«La II Guerra Mundial es un tema ya visto, pero no en España. Algo así no se ha hecho nunca», recuerda asimismo el publicista murciano, quien quiere demostrar con esta serie «lo absurdas que son y han sido las guerras, todo lo que se pierde... Y lo más triste, que quienes las provocan se esconden tras una mesa de despacho sin importarles las consecuencias».

Del mismo modo, Pérez tuvo claro desde el principio –cuando empezó a idear la historia de un fotógrafo que, siguiendo a un antiguo amor, acaba en pleno conflicto– que no sería una serie de buenos y malos: «Siempre se reflejan los dos bandos de una forma muy estereotipada, con los alemanes gritando y los estadounidenses que parecen el Equipo A, pero aquí ni el bueno es tan bueno ni el malo tan malo».

Aunque estaba previsto rodar las primeras imágenes de esta historia en la localidad granadina de Alquife, un nuevo contratiempo hizo que el equipo se desplazara finalmente a Espiel (Córdoba), un lugar que se asemeja a los paisajes de Normandía. Porque es en el año 1944, con el desembarco de las tropas aliadas en una Europa ocupada por los nazis, cuando arranca la aventura del joven norteamericano Michael Alan Taylor.

Todos los detalles que permiten una correcta recreación histórica han sido cuidados al máximo en este producción, según explica César G. Pérez, ya que se ha contado con el asesoramiento de ´reenactors´, grupos de reconstrucción histórica como el murciano 17 de Infantería o Battle Honours.

Tecnología digital

Y lo que no se ha podido conseguir para el ´atrezzo´, se añadirá tras el rodaje gracias a la tecnología digital, uno de los aspectos más destacados de esta serie. Para contar con el mayor realismo posible, en esta historia llena de acción se emplearán técnicas de reconstrucción e integración 3D –gracias a las que un cielo gris se convierte en otro lleno de aviones en pleno combate, o se pueden añadir todo tipo de vehículos y soldados creados por ordenador–, VFX digitales, cámaras y vistas en primera persona –que ofrecen la visión subjetiva de los personajes y «dan vida» a la narración– y ´mattepanting´, otra técnica para «falsear» escenarios y que puede transformar el Cristo de Monteagudo en el Cristo de Corcovado, en Brasil, según cuenta Pérez.

Y es que sus responsables quieren hacer de Alleine una serie basada en la II Guerra Mundial pero, sobre todo, «una historia impactante llena de emoción, acción y amor».