Asegura José Antonio Torregrosa, Torregar, que de pequeño nunca hacía puzzles, aunque ahora haya llenado la Sala de Exposiciones del Centro Cultural de Ceutí de algunos de hasta 800 piezas. Puzzles en los que crea "personajes híbridos y ficticios" a partir de las fotografías de los habitantes de su ciudad natal, Ceutí –"personas de diferentes razas, culturas, religiones y nacionalidades"–, y con los que hace "un retrato de la sociedad contemporánea".

"El otro día veía a mi sobrino en una mesa con unos siete niños y, entre ellos, había dos negros, un chino, un ecuatoriano y un argelino... Ceutí, al igual que casi toda España, se ha convertido en un crisol de culturas y yo quería representar esa riqueza cultural", explica el artista, quien recuerda que él notó un cambio en Ceutí a finales del siglo XX: "Yo estuve en 1999 con una beca Erasmus en Venecia y cuando volví noté un cambio, vi mucha gente nueva. Antes sólo había una persona negra en Ceutí, Mustafá, al que todo el mundo llamaba José y que, en la cabalgata de Reyes, siempre hacía de Baltasar".

Ahora, toda esa gente que "se ha ido incorporando" a las vidas de los ceutienses, le ha servido a Torregar para hacer "un juego multicultural que también es una forma de educar", titulado con un contundente 'Ego Sum Tu' –'Yo soy tú'–, y con el que invita a disfrutar a los espectadores, ya que en la sala hay "una mesa de juego con puzles más sencillos, de 25 piezas en madera, para que hagan sus propios rostros".

Cuenta el artista que realizó fotografías a 60 o 70 personas y que en la sala de Ceutí se podrán ver 17 puzles –5 de unas 800 piezas y el resto de unas 250–. En ellos ha mezclado los rostros de 3 o 4 personas, "combinando culturas, razas y sexos e intentando crear seres lo más asimétricos posible", algo que, a veces, era complicado. "Es que somos más parecidos de lo que creemos, incluso físicamente", recuerda Torregar, quien dotaría a sus seres híbridos e inventados de curiosidad y de capacidad de aprender. "Yo siempre trato de no permanecer ajeno a lo que tengo alrededor, de ser permeable. Creo que es bueno dudar de todo lo que haces y, al mismo tiempo, sentir curiosidad por lo que hacen los demás", dice el artista, quien también elige, entre las características más valiosas del ser humano, "la capacidad de agudizar el ingenio en momentos como la crisis actual".

Él también tuvo que agudizar el ingenio para llevar a cabo el proyecto que ahora exhibe, ya que "las obras son bastante caras de producir". Tras un tiempo buscando becas que le permitieran financiar su trabajo, decidió llevarlo a cabo él mismo y ahora se muestra orgulloso de que las piezas ya se hayan visto en Jaén, Alicante y varias ciudades de Italia. Un proyecto, 'Ego Sum Tu', con el que Torregar vuelve una vez más a su "leitmotiv", el rostro humano. "Me gusta plantearme el binomio retrato-identidad –afirma– y cuestionar el concepto de retrato creando seres sin nombres ni apellidos concretos".