El presidente de la Interprofesional del Limón y el Pomelo, Ailimpo, el empresario Miguel Ángel Parra, coincidió ayer con la ejecutiva de Coca-Cola en su análisis del futuro de la agricultura, destacando que «estamos ante una revolución, un cambio de filosofía, un cambio de manera de pensar y de actuar que implica importantes cambios en nuestro modelo de negocio agroalimentario y nuestra visión del futuro».

De hecho, y echando mano de las cifras, en el sector del limón los productores han 'abrazado' las prácticas sostenibles con seguridad: en 2015 había 578 productores con la certificación internacional GlobalGAP; dos años después eran 823, un 42% más. Por lo que respecta al otro certificado internacional, el Grasp, se ha pasado de 162 a 385 productores, un 238% más.

El GlobalGAP es un conjunto de normas internacionalmente reconocidas sobre las buenas prácticas agrícolas, ganaderas y de acuicultura. El Grasp evalúa las prácticas sociales en la explotación, abordando temas específicos relativos a la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores.

«La sostenibilidad ha venido para quedarse entre nosotros para garantizar un desarrollo económico más justo y equilibrado a las próximas generaciones», manifestó Parra. «Debemos afrontar con las máximas garantías un futuro en el que el sector sea un modelo y un ejemplo a seguir».