La Región de Murcia necesita 151 médicos de familia más y un centenar de pediatras. Así lo estima un informe elaborado por el Departamento de Estudios Profesionales del Sindicato Médico (CESM), realizado por las doctoras Cristina Sánchez y Celia Román, miembros de la secretaría técnica de Atención Primaria del CESM. El estudio fue presentado ayer por el presidente del Sindicato Médico, Francisco Miralles, en un acto al que también asistió la presidenta del Colegio de Médicos de la Región, Isabel Montoya, que apoya las conclusiones del mismo.

El documento señala señaló que la falta de médicos de familia afecta a las nueve áreas de salud de la Región. De los 151 médicos de familia necesarios, 33 corresponden al área I de salud (hospital Virgen de la Arrixaca), 22 al área II (Cartagena), 22 al área III (Lorca), 4 al área IV (Noroeste), 5 al área V (Altiplano), 31 al área VI (Morales Meseguer), 20 al área VII (Reina Sofía), 10 al área VIII (Mar Menor) y 4 en el área IX (Vega Alta).

Entre los centros de salud más castigados, Miralles destacó el de Beniaján, «donde todos los facultativos superan las 1.600 tarjetas sanitarias, con una tasa de envejecimiento de población del 30%, con lo que necesitaría, cómo mínimo, tres o cuatro médicos de familia más». También el centro de salud de La Alcayna (Molina), que tiene 2.250 pacientes por médico, cuando el Sindicato considera que lo recomendable son 1.250.

Miralles critica que «llevamos diez años escuchando a los políticos que hay que potenciar la Atención Primaria para que sea eficiente y de calidad, pero nadie está haciendo nada». En este sentido, los médicos de familia denuncian que tienen cinco minutos para atender a cada paciente, «cuando lo deseable son diez», así como una media de 40-50 pacientes al día, «cuando lo recomendable para trabajar serían menos de 30.

La doctora Cristina Sánchez fue la encargada de exponer el trabajo sobre la necesidad de pediatras, explicando que «el excesivo número de niños asignados a cada pediatra obliga a demasiadas horas de consulta a demanda, el incremento de las consultas urgentes que, sumadas a las programadas, ocupan todo el tiempo disponible. Todo ello deriva en el deterioro de la calidad asistencial pediátrica».

Además, añadió que «las dificultades para sustituir las ausencias por asuntos propios, vacaciones o la asistencia a actividades de formación continuada, el sobredimensionamiento de los cupos y la falta de criterios para establecer la ratio adecuada en Pediatría, han contribuido a no hacer atractivo el trabajo del pediatra de Atención Primaria para los nuevos especialistas que terminan su formación».

Por ello, el estudio del Sindicato Médico concluye que son necesarios 100 especialistas más en Pediatría en la Región, así como realizar una planificación del recambio generacional de pediatras en la Región, triplicar el número de plazas de MIR-Pediatría y las unidades docentes para cubrir las necesidades futuras de la Región y aumentar la rotación de los MIR de Pediatría por Atención Primaria un mínimo de 6 meses.

De igual modo, el Sindicato propone crear, a corto plazo, un mínimo de 25 plazas de pediatría en la Región, priorizando las áreas en las que no hay especialistas y los cupos están más elevados, adecuar el número de tarjetas sanitarias asignado a cada pediatra en función del número de niños menores de 3 años a un número óptimo (800-1000), dotar al pediatra de una mayor capacidad de autogestión en consulta y respetar los acuerdos sindicales en medida de sustitución de ausencias.

A la presentación asistieron diputadas regionales de PSOE y Podemos.