Nada nuevo bajo el sol. Aunque ha llovido y ha nevado, y los embalses de cabecera de la cuenca del Segura se han recuperado «algo», la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha acordado que durante dos meses más los tablachos sigan echados en las acequias y el riego en las tres Vegas cortado con carácter general.

La cuenca sigue en situación de emergencia por la sequía, con el Trasvase Tajo-Segura sin enviar una gota de agua ni para beber ni para regar desde el pasado mes de mayo,y atraviesa «la segunda peor situación de los últimos 40 años», destacó ayer el presidente del organismo de cuenca, Miguel Ángel Ródenas. Sólo comparable con la sequía de 1995.

«La situación es dificilísima, por lo que es necesario mantener las medidas de ahorro y de regulación de los recursos para poder contar con una reserva durante la primavera y el verano, que son las épocas en las que más agua se necesita», añadió.

Básicamente, se desembalsará agua para el caudal medioambiental, para las necesidades del abastecimiento y «en la medida en que se pueda», los regadíos.

De hecho, el presidente de la CHS manifestó que en los meses anteriores se ha atendido las demandas de los huertanos «razonablemente».

Este año hidrológico ha llovido la mitad de que es habitual en la cuenca: unos 83 litros/m2, de media, cuando lo habitual es 150.

«Y además de ser una de las peores sequías de los últimos cuarenta años, es la más larga, puesto que hemos entrado en el cuarto año», recordó Ródenas.

La esperanza es que ocurra lo que sucedió en 1995: que en seis meses se pasó de sequía a normalidad. «Nos toca ya, pues no es frecuente en la historia de la cuenca esta larga duración».

Tajo y sequía

El presidente eludió pronunciarse sobre si debería o no aprobarse la situación de sequía en la cabecera del Tajo, tal y como lo ha solicitado el organismo de aquella cuenca. Y sólo recordó que el acueducto está cerrado para los envíos al Segura desde hace nueve meses y que el nivel de los embalses «es muy bajo», por lo que no está previsto recibir agua «a corto plazo».

Actualmente, en la cabecera del Tajo hay 244 hectómetros cúbicos, 176 hm3 por debajo del límite que permite reanudar los trasvases.

Por lo que respecta a los embalses de la cuenca del Segura, estos almacenan 186 hectómetros cúbicos de agua y se encuentran al 16% de su capacidad, lo que sitúa a la Demarcación del Segura como la de menor nivel de reservas del país.

Además, las aportaciones se mantienen muy bajas, con sólo 85,7 hm3 desde octubre (inicio del año hidrológico), 21 hm3 menos que durante el mismo periodo del año pasado. De hecho, el actual año hidrológico es en aportaciones el séptimo más seco de los 88 años de la serie histórica en la cuenca del Segura.