El Complejo Hospitalario de Cartagena (Santa Lucía y El Rosell) concentra el mayor número de reclamaciones por presuntas negligencias sanitarias del pasado año 2017, desbancando al Hospital Virgen de la Arrixaca del primer puesto y haciendo que el centro de El Palmar baje a la segunda posición.

Así queda recogido en la Memoria Anual de la Asociación Defensor del Paciente a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN y en la que se detalla que los murcianos presentaron el pasado año un total de 460 reclamaciones por negligencias médicas ante la asociación Defensor del Paciente, un 3 por ciento menos que un año anterior, ya que en 2016 se llegó a las 471.

En este último estudio se detalla que los centros más denunciados por negligencias sanitarias en la Región de Murcia son, por este orden, Complejo Hospitalario de Cartagena, Hospital Virgen de la Arrixaca, Morales Meseguer de Murcia, Rafael Méndez de Lorca y Reina Sofía de Murcia. El ránking sólo se diferencia respecto a 2016 en que Santa Lucía de Cartagena y Arrixaca cambian sus puestos.

También resultan llamativos los motivos que originan estas reclamaciones, ya que en el último año los problemas por las listas de espera se han convertido en la principal causa, cuando en 2016 ocupaban el segundo lugar, lo que indica que los ciudadanos están cada vez más preocupados por las demoras quirúrgicas. En este caso, tras las listas de espera, las causas más comunes de reclamaciones son los problemas quirúrgicos, las urgencias, traumatología y ginecología y obstetricia.

La Asociación Defensor del Paciente también destaca en su Memoria de 2017 que a nivel nacional, a diferencia del curso anterior, el número de negligencias en España ha descendido considerablemente. "Este año hemos recibido un total de 13.983 casos (819 menos que en 2016), de los cuales 781 han sido con resultado de muerte (60 menos que en 2016)", explican. Al tiempo que informan de que las cifras son muy parecidas a las de cinco años atrás, en 2012.

España, un enfermo sin tratamiento

En el estudio se critica duramente la situación de deterioro de la Sanidad pública, "un deterioro que sigue su camino". Así, el Defensor del Paciente afirma que "España es un paciente enfermo que desconoce su diagnóstico y tratamiento, si nos atenemos a la crisis económica y la reducción del gasto sanitario que han agravado la situación". A esto se une el salario de los profesionales, "que se ha reducido de forma acentuada desde 2009, así como una ausencia clara de inversiones, el tercio del equipamiento tecnológico en los hospitales españoles supera los 10 años de antigüedad y el gasto farmacéutico también cotiza a la baja". Lo que la asociación Defensor del Paciente considera "demasiados baches en ese camino".