Los ayuntamientos ya tienen unas líneas de actuación más claras ante los episodios de contaminación del aire que respiramos, y en el que estén involucrados el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas PM10.

El director general de Medio Ambiente, Juan Madrigal, expuso ante la Comisión de Seguimiento del Plan de Mejora de la Calidad del Aire, constituída ayer, las medidas diseñadas por su departamento para paliar sus efectos, y que estan destinadas a los ayuntamientos. Estas propuestas «son orientativas», y cada municipio luego las aplica según los medios de los que disponga, explicaron fuentes de la Consejería.

La Comisión, que tiene como objetivo el seguimiento de las medidas dentro de este plan para evitar la contaminación atmosférica en la región, conoció este protocolo marco de actuación municipal. En él se fijan tres niveles progresivos (el preventivo, el correctivo y el de alerta), con una serie de pautas de actuación para mejorar la calidad del aire en el caso de que las ocho estaciones fijas y las dos móviles de la Red Regional de Vigilancia de la Calidad del Aire detecten episodios de altas concentraciones.

«Tales medidas se podrían aplicar en cualquier municipio pero se considera especialmente recomendada para los que tengan más 50.000 habitantes o aglomeraciones urbanas, por el impacto en la calidad del aire que se presume del tráfico automovilístico», afirmó Madrigal.

Por ejemplo, en el nivel preventivo, se deben aplicar las medidas que permitan a ayuntamientos disponer de un informe diario con un pronóstico a 48 horas realizado por modelización, además de un resumen de los niveles de calidad del aire, para un traslado responsable a la población.

En el nivel correctivo, además , se recomiendan medidas como aconsejar a la población una conducción eficiente; bajar la calefacción o el aire acondicionado en edificios públicos; hacer uso compartido del coche o usar transporte público; evitar quemas de residuos agrícolas; y contar con aparcamientos disuasorios en las afueras del casco urbano. Además, se desaconseja hacer ejercicio físico intenso al aire libre.

Otras acciones serían regular el tráfico para que sea más fluido.

Por último, para el caso de alerta, a las medidas anteriores, se añadirían el restringir la circulación de vehículos, limitaciones de velocidad, restricciones en el estacionamiento regulado o restricciones en obras, asfaltados, derribos y quemas.