Pedro Fernández, técnico de la Consejería de Agricultura de la Región, advirtió que hay que ser muy cuidadosos con las medidas que se toman en un espacio tan complejo y heterogéneo como es el Mar Menor.

Y es que, según señaló Fernández, «la ausencia de cultivos de regadío a largo plazo puede ser perjudicial para la laguna salada por la mineralización del suelo. Tenemos que ser muy rigurosos con las estrategias».

Estas advertencias, dentro de su ponencia 'El papel de la agricultura en la recuperación del Mar Menor', rebaten las críticas hacia la necesidad de reducir cultivos de regadío en el campo de Cartagena. «Zonas sin cultivar durante dos años presentaron niveles de nitratos mayores que cuando se habían cultivado previamente. Por lo que tenemos que ser cautelosos con las medidas que adoptamos», señaló Fernández.

Posteriormente, en una mesa redonda entre los ponentes que asistieron a la jornada, el técnico de la Consejería de Agricultura reiteró que, en contra de lo que pueden pensar gran parte de la población, «no cultivar en Cartagena podría generar más problemas que seguir cultivando».

Además, afirmó Fernández que los agricultores siempre han acatado las normativas aprobadas. En este sentido, recordó que existe una limitación de la actividad agrícola en terrenos próximos al dominio público marítimo terrestre (a 100 metros del límite de la ribera del mar), no siendo posible la existencia de cultivos, excepto invernaderos y leñosos ya implantados, según el decreto-ley que está en vigor desde este mes de octubre.