U na tesis presentada en la Facultad de Educación de la UMU ha demostrado la vinculación directa del flamenco como herramienta de mejora en los niños con necesidades especiales. Las coplas flamencas como transmisoras universales de sentimiento y herramienta didáctica: Un caso aplicado sorprendente es el título que lleva la tesis, que tuvo la nota de sobresaliente cum laude y que fue presentada por la ceheginera Victoria Cava, quien a través de un minucioso estudio viene a demostrar las mejoras que han tenido los niños de un colegio especial, el Pilar Soubrier de Lorca, tras centrar durante varios meses la asignatura de música en las coplas flamencas.

La nueva doctora, que ha cursado estudios de Magisterio Musical y Periodismo, además de dos másteres, explica que la idea surgió por su trayectoria como cantaora de flamenco. «Los propios estudios que he cursado a lo largo de mi vida me han servido para enmarcar toda la tesis, tanto la rama de la educación como de la comunicación».

También recuerda la autora en la introducción de la tesis, un extracto de la revista del Candil de 1922, firmado por Federico García Lorca, que «es el cante jondo tanto por la melodía, como por los poemas, una de las creaciones artistas populares más fuertes del mundo. Y en vuestras manos está el conversarlo y dignificarlo».

Durante el desarrollo de la tesis se aborda la raíz del flamenco y de las coplas, «entendido desde el marco argumental donde se van a asentar las coplas y todo lo que transmiten», explica Victoria Cava, quien matizó que «también se habla de las teorías de comunicación, es decir, la comunicación aplicada al flamenco», puntualizando que «hablamos de la comunicación verbal y no verbal, ya que las coplas tienen el componente verbal, pero luego hay otra situación que traspasa fronteras en el flamenco, como el atrezzo del flamenco como elemento visual y todos los gestos que se desarrollan durante la expresión del flamenco».

Otro de los aspectos que aborda el trabajo son las coplas y su expresión; todo lo que transmiten. «Hemos podido comprobar, tras un estudio, que hay letras de amor, de muerte, de trabajo, en decir, todos los aspectos de la vida y la muerte los cubre el flamenco», puso de manifiesto la nueva doctora.

Durante las prácticas se ha trabajado con personascon edades comprendidas entre los 3 y 22 años y diferentes tipos de patologías como espectro autista, esquizofrénicos, así como encefalopatías muy graves. Se realizó una metodología propia, extrayendo del proyecto educativo del centro todos los objetivos que se tienen en los diferentes niveles, así como las competencias básicas y clave que exige la LOMCE.

«Con toda esa documentación realicé quince objetivos propios sobre los que atendía a todos los alumnos dentro de la asignatura de música», explicando que «para darle veracidad conté con la ayuda del profesor Raúl Puche», afirmó Victoria Cava, quien reconoce que a la hora de evaluarlos «no sólo habían complicado la realización de los quince objetivos, sino que se habían conseguido incluso que se cumplieran los objetivos del curso y las prescripciones ministeriales que se consiguieran en mayor grado».

El documento recoge un total de 65 casos, con 97 videos demostrativos, donde se aplicaba el flamenco de manera didáctica y terapéutica.

Uno de los casos que explica es el de una niña que nació sorda de los dos oídos, se le colocó un implante coclear, pero en el propio quirófano sufrió varios problemas que le produjeron diversos problemas a la visión y a nivel madurativo. «Lo único que decía la niña era ´quiqui´, y con el flamenco y la aplicación de las letras dependiendo de que casos, si el niño tenía problemas madurativos no llegaremos a una décima o espinela, sino que trabajaremos con tiranas o cuarteta, incluso letras ecolalias, que son muy repetitivas y los niños de estas características lo cogían rápido», explicando que «nos dimos cuenta que no sólo escuchaba, sino que llegó a entonar», puntualizando que «desde esta terapia la niña comenzó a centrar su atención». El trabajo también incluye una prueba de pintura, los niños pintaron lo que para ellos era el flamenco, dichas láminas posteriormente fueron analizadas por diversos expertos en la materia entre el que su encuentra el pintor de Cehegín, Nicolás de Maya.

Tras la presentación se comentó la posibilidad de presentar la tesis tanto en el Ministerio de Educación como en las diferentes consejerías autonómicas que tienen competencias, como una guía didáctica.

El tribunal estuvo formado por Rosa María Hervás Avilés, Eva Aladro Vico y el cantaor y catedrático Alfredo Arrebola Sánchez, quien como no podía ser de otra manera le dio su dictamen ´por cabales´.