Alberto Aguilar, responsable del Servicio de Vigilancia y Salvamento en Playas de San Javier, afirma que en la localidad están teniendo «un verano movido, atípico», lo cual se debe a que «hay mucha gente», algo que acarrea «complicaciones». Aunque, entre los veraneantes, se encuentran personas «conscientes del peligro que tiene una bandera roja, por lo que obedecen», la realidad es que «cada vez que tenemos bandera roja, hay alguno que nos dice algo».

Para los socorristas, que un bañista se encare con ellos «es el pan de cada día», lamenta Aguilar. «Está el que te dice que él es buen nadador, que esto en el norte no sería bandera roja... hay de todo», manifiesta al respecto.

Ante estos temerarios, los socorristas encuentran aliados naturales en los bañistas con más sentido común. Esa gente que baja a la playa sin molestar a nadie y es consciente de que el color de la bandera indica si puede bañarse o no. «El otro día, en La Manga, un socorrista persiguió a un hombre por toda la orilla indicándole, con el silbato, que saliera. Hasta que el resto de bañistas le comenzó a increpar: «¡Eres tonto!, le decía la gente», relata el responsable del Servicio de Vigilancia en Playas de San Javier. «Esa persona, cuando se ve rodeada de toda la gente que lo está criticando, pide disculpas», añade. Aunque no todos las piden. Hay casos extremos de personas (hombres, en su mayoría) que han llegado a enfrentarse a un policía y le han soltado «tú quién eres para decirme si me puedo bañar o no», narra Aguilar.

Cuatro personas han perdido la vida este verano en aguas de San Javier. Tres de ellas tenían más de 80 años. En este sentido, Alberto Aguilar aconseja a la gente mayor que, cuando decida ir a bañarse al mar, avise al socorrista para poder disfrutar con la tranquilidad de saber que alguien vela por su seguridad.

Apostilla que «si una persona está en su casa y le da una lipotimia, se tumba y no pasa nada. Si te estás bañando y estás solo, una simple lipotimia puede ocasionar la muerte». De las personas que se ahogaron este verano, tres lo hicieron en playas en las que no hay vigilancia y la cuarta lo hizo en un horario en el que ya no había socorrista.

Las playas del municipio de San Javier cuentan este verano con un total de 45 socorristas profesionales, y cinco coordinadores en 18 puestos de vigilancia.