Que hagan su trabajo. Con estas cuatro palabras se puede resumir el sentir de los alcaldes y concejales de los municipios ribereños del Mar Menor, que se reunieron ayer en Murcia con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y su equipo.

El tema monográfico de la reunión era abordar la situación de ramblas y cauces en la comarca de Campo de Cartagena; analizar la causa de los continuas inundaciones «cada vez que llueve» y buscar soluciones. Entre sus principales demandas: la limpieza de ramblas y cauces públicos.

Antonio León, alcalde de Torre Pacheco y José López, primer edil de Cartagena, pusieron voz ayer a las exigencias de los regidores de la comarca -Jesús García de Fuente Álamo, y de Los Alcázares y San Javier, que enviaron a sus concejales responsables de la materia-; un encuentro al que sólo faltó representación de San Pedro del Pinatar «por cuestiones de agenda», según fuentes de ese consistorio.

«Yo como alcalde no puedo entender que haya un organismo que tenga dinero para pagar sueldos, pero luego alegue falta de presupuesto para hacer su trabajo», afirmó José López, alcalde de Cartagena.

López, que también es vicepresidente de la Federación de Municipios de la Región de Murcia añadió que «es un soniquete constante» las quejas de los ayuntamientos, y no sólo de la comarca marmenorense, por falta de limpieza de ramblas y cauces públicos, por lo que insistió que si la CHS no cumple su trabajo, «tal vez haya que extinguir el organismo y con ese dinero que el Ministerio haga el trabajo».

Antonio León comentó que en las inundaciones de diciembre se constató la existencia de «cauces nuevos» que fueron los que provocaron mayores daños. Cauces surgidos «posiblemente» por alteraciones orográficas aguas arriba -por infraestructuras, urbanismo y agricultura-, y demandó una mayor labor de «policía y control» por parte de la CHS.

«Los cauces naturales alterados deberían volver a su estado original», añadió León, reclamando la cooperación de todas las administraciones implicadas.

«Niego la mayor»

Miguel Ángel Ródenas, presidente de la CHS, negó la mayor, es decir, que haya habido dejación de funciones por parte del organismo de cuenca. «En casos de inundaciones la total seguridad nunca existe», subrayó.

Apuntó la existencia del Plan de Gestión de riesgo de inundaciones -en el que ha habido municipios que no han querido participar, dijo- y cómo éste ha endurecido las condiciones para asentamientos de todo tipo en las zonas inundables. «En el plan queda claro dónde se puede realizar actividades y dónde no», apuntó.

Negó que la CHS se haya relajado en las labores de vigilancia, insistiendo en que su competencia es el dominio público hidráulico. «En casos como los canales de riego, son las mismas comunidades de regantes o los ayuntamientos los que tienen que vigilar si cumplen o no los requisitos», dijo.

Por último, manifestó que la nueva normativa obliga a redactar un informe de riesgo de inundación antes de construir.