El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, advirtió ayer al presidente de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, de que tiene que cumplir «su palabra» y «marcharse» para dejar paso a otro candidato del PP, porque «algún candidato tendrá el PP que no esté imputado», se preguntaba Rivera en tono irónico.

El presidente de C's hizo estas afirmaciones en la clausura de la reunión que su partido celebró en Barcelona junto con la portavoz de la Ejecutiva nacional y líder en Cataluña, Inés Arrimadas; el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta; y los líderes y portavoces de infraestructuras de las comunidades por donde circula el Corredor del Mediterráneo. También estuvo presente el portavoz autonómico de Murcia, Miguel Sánchez.

Rivera insistió en afirmar que su formación «cumplió» con los acuerdos alcanzados con el PP en Murcia y «ahora le toca al presidente -Pedro Antonio Sánchez- cumplir su palabra, cumplir lo que dijo en campaña y lo que firmó, y marcharse».

En este sentido, el próximo jueves, 2 de marzo, C's mantendrá una reunión con el presidente murciano, al que pedirá un plan de estabilidad para los próximos dos años de legislatura y que los populares propongan a un nuevo presidente: «si es así», C's se compromete a cumplir con sus acuerdos, pero en caso contrario, avisó, buscará «otras vías».

«El corredor de la corrupción»

Rivera aprovechó el acto centrado en el Corredor del Mediterráneo para denunciar los casos de presunta corrupción y aseguró que también se podría hacer un «corredor de la corrupción». Este particular «corredor» comienza en Cataluña, con un expresidente Artur Mas «cercado por la justicia» por el caso del 3 % de financiación irregular de CDC y continúa en Valencia, con la exconsellera de Turismo y expresidenta de Les Corts, Milagrosa Martínez (PP), condenada por amañar contratos para el expositor valenciano en Fitur.

El presidente de C's «se desvió un poco» hasta Baleares, donde el expresidente popular Jaume Matas ha sido condenado, entre otros casos, por el de Nóos y continuó en Murcia para acabar en Andalucía, donde los expresidentes socialistas Manuel Chaves y José Antonio Griñán se sentarán en el banquillo de los acusados por el caso de los ERE. Frente a estos casos, dijo, «hay que hacer limpieza de la corrupción».