En un auto contra el que no cabe recurso la Audiencia Nacional ha ordenado por segunda vez que se investiguen las circunstancias en que se emitieron y comercializaron las cuotas participativas de la CAM, carentes de todo valor en la actualidad, en las que unos 55.000 clientes de la caja invirtieron sus ahorros.

La resolución, de la que ha sido ponente Ana María Rubio, una magistrada recién incorporada a ese órgano judicial, estima íntegramente los recursos presentados por los afectados contra el archivo de la causa decretado en junio por Carmen Lamela, quien ya entonces desoyó el mandato de la Audiencia de seguir investigando este asunto. La instructora basó el sobreseimiento del proceso en que cuando se emitieron las cuotas las cuentas de la entidad no estaban falseadas y en que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no detectó anomalías.

En el auto notificado ayer, que da la razón al recurso del abogado murciano Diego de Ramón, se le indica a la instructora el camino a seguir para determinar si los compradores de estos productos complejos sabían en realidad lo que estaban adquiriendo.