El pasado curso político finalizó con el Debate del Estado de la Región, donde los cuatro grupos parlamentarios se emplazaron para, a la vuelta del verano, dar inicio a una nueva etapa marcada por el diálogo y los acuerdos. Nada más lejos de la realidad. Las primeras semanas del nuevo periodo de sesiones están dejando bien claro que la tensión se va a mantener durante toda la legislatura, aunque se observa que PSOE y Podemos están cada vez más unidos y que la relación entre Partido Popular y Ciudadanos es más amistosa que en el pasado curso.

La actividad en la Asamblea se centraba ayer en el debate de la polémica iniciativa para la reforma de la Ley de Radiotelevisión de la Región, impulsada por PSOE y Podemos, que descarriló tras la abstención de Ciudadanos en la votación de la enmienda a la totalidad del grupo mayoritario, el Partido Popular. La postura del partido naranja ya se conocía desde el día anterior, así que PSOE y Podemos eran conscientes de que la proposición de ley estaba abocada al fracaso. Aun así, se celebró el debate parlamentario. Que dejó muchas 'perlas' dignas de reseñar.

Emilio Ivars (PSOE) y Óscar Urralburu (Podemos) arremetieron duramente contra la formación naranja. El portavoz de Podemos, el primero en intervenir, recordó que el texto presentado «tiene párrafos enteros» aportados por Ciudadanos, emplazando a sus diputados «a decidir entre seguir siendo el 'miniyo' del Partido Popular o crear una alternativa en la Región». Urralburu recurrió a los clásicos para afirmar que el partido de Miguel Sánchez «tiene que superar el control edípico del PP. También tuvo para la empresa adjudicataria de la televisión autonómica y para la UCAM, siempre presente en sus discursos. Para criticarla con dureza, claro.

Ivars ironizó con la «actividad frenética» del Gobierno regional en estas últimas semanas a cuenta de la reforma de la Ley de Radiotelevisión y lamentó «el papelón» de Ciudadanos, augurando que «a lo mejor en 2020 algún partido no tiene grupo parlamentario en esta Cámara». «Ustedes venían a cambiar las cosas. ¿A cambiar qué?», preguntó el diputado socialista, que metió el dedo en la llaga de las tensiones internas del grupo parlamentario: «El PSOE cuenta con ustedes como parlamentarios individuales».

Más salsa le echó al debate Javier Iniesta, que reaparecía con fuerza en la Asamblea tras unos meses de ausencia por motivos de salud. El diputado del PP empezó pidiendo una reflexión general «ante sucesos que está ocurriendo en esta santa casa», como «hurtar la voz del Grupo Parlamentario Popular» con la pregunta retirada la pasada semana en la sesión de control al presidente «y cuando se retuerce el reglamento con carácter retroactivo». Iniesta arremetió contra González Tovar, señalando que cuando era delegado del Gobierno y el PSOE controlaba RTVE «salía más en el informativo que el presentador» y que «solo le faltaba rematar los corners en la sección de Deportes». A Urralburu le pidió que aclare cuál es su modelo. «Su modelo es la nueva radio de Carmena, RM21, llamada 'Aló Carmena', que tiene un presupuesto de 1 millón, de los que 634.000 son para tertulianos y colaboradores».

Miguel Sánchez fue más comedido. Resignado, reconoció que «Ciudadanos enfada a todo el mundo, es lo que tiene ser un partido de centro» y, tras confesar que él también lee a los clásicos, reiteró, como ya dijera con la crisis de las facturas cargadas a la Asamblea Regional, que «nos equivocamos porque somos bisoños».

El debate iba a ser corto, pero se alargó con la extraña concesión de un turno de réplica al portavoz de Podemos, lo que motivó una nueva bronca entre la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver, y el Grupo Parlamentario Popular. Luego no se lo concedió a Javier Iniesta, que también lo había pedido, argumentando que había sido «citado, y no aludido» por Urralburu en su intervención anterior. Ante la polémica, intervino Miguel Sánchez, lanzando un aviso: «Se ha sentado un precedente peligroso».