«Esto es como las lentejas, las tomas o las dejas». Más claro, agua. Aunque el presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura, José Manuel Claver, no comparte los argumentos del ministerio de Agricultura de pagar un aval para poder recibir cedidos 25 hm3 de agua de la cuenca del Segura, no le ha quedado más remedio que aceptarlo, después de una semana de intensas negociaciones con Madrid.

«Con este agua podemos medio salvar el verano», explicó ayer tras reunirse con el presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez, y la consejera de Agua, Adela Martínez Cachá. Los regantes abonarán 30 céntimos/metro cúbico de agua que vendría de la desaladora de Torrevieja, «pero que nos adelantarían previamente de la cuenca y la compensaríamos en un plazo máximo de unos cinco o seis meses».

«Esto es comprar agua a la mitad», apuntó Claver. El precio del metro cúbico de agua desalada, ronda los 60 céntimos. Con ello ha logrado reducir en una cuarta parte el aval que pedía el Ministerio: «No hay otra alternativa, es eso o nada».

El dirigente matizó que esperan disponer de ese agua en cuestión de días y que «exigiremos que se cumpla ese compromiso de los 30 céntimos, mande quien mande en el Gobierno de España».

Haciendo recuento, de aquí hasta finales del año hidrológico -30 de septiembre-, los regantes del Trasvase podrán contar con un total de 73 hectómetros cúbicos de agua: casi 34 procedentes de los tres meses de envíos pendientes del Tajo; 10 de cesiones de aguas sobrantes de las comunidades de regantes del Tajo de Estremera y La Poveda, pendientes de tramitar; 4 de Riegos de Levante-Margen Derecha; y 2 de los pozos del Sinclinal de Calasparra.

Sin embargo, dada la actual sequía y la prealerta decretada por la CHS, que ha propiciado la prórroga del Decreto de Sequía hasta septiembre de 2017, y con un nuevo gobierno, los regantes se temen que el próximo año se plantee «una difícil situación».