«Creo que esta hemorragia necesita una cirugía mayor». El secretario de Organización nacional de Ciudadanos, Fran Hervías, tuvo que escuchar en la asamblea de militantes celebrada el pasado viernes en el hotel Nelva de la capital cómo un grupo de afiliados, encabezados por la totanera María Pallarés, hacía público un documento con fuertes críticas a la gestión del caso de las facturas, donde «no se ha seguido la doctrina Ciudadanos, pues ninguno de los implicados ha puesto su cargo a disposición de la dirección del partido», cuyos miembros han tenido que sufrir «una auténtica semana de bochorno y vergüenza fuera del guión».

El documento leído en la asamblea de militantes critica que «somos muchos de los que llegamos ilusionados a este partido en la Región de Murcia los que hemos percibido con angustia y preocupación cómo se ha visto colonizado por personas que, ocupando importantes puestos de dirección, con su quehacer diario, producen resultados que objetivamente favorecen a nuestros adversarios políticos».

Señala que hechos como el caso de las facturas cargadas a la Asamblea, el cambio de postura respecto a la moratoria del Mar Menor y las recientes declaraciones de Estanislao Vidal, portavoz en Molina, «son demasiado graves para que no se ponga solución inmediata» y afirma que hay una persona que «sin la menor muestra de pudor, a los cuatro vientos, anuncia que va a ser el próximo coordinador regional (...) cuando ni siquiera se ha iniciado el procedimiento establecido en nuestros estatutos». Denuncia también «ausencia de democracia participativa en algunas agrupaciones, manipulación de actas de asambleas, privación de la estructura del partido a una candidatura autonómica de afiliados, traspaso de militantes de una agrupación a otra para hacerse con el control de ésta y actitudes arrogantes y prepotentes que suponen una desviación flagrante de los principios de partido».

«A este partido hay que venir comido, bebido y sin pañales», continúa el texto, que anima a priorizar «los intereses generales» por encima de «los sueños inmobiliarios de unos o la subsistencia de otros». Realiza un llamamiento a la unidad y reclama «un papel activo del afiliado». El documento pide dar una oportunidad a los jóvenes afiliados de la Región «con auténtico espíritu regenerador, con capacidad de trabajo en equipo y sin intereses urbanísticos detrás de ellos».