Un paciente de 56 años que ha visto reducido su pene tras someterse a una operación para corregir la curvatura que le impedía realizar el acto sexual ha reclamado una indemnización de 95.000 euros al Servicio Murciano de Salud (SMS) al asegurar que, de haber sabido esas consecuencias, jamás se habría sometido a la intervención quirúrgica.

En la demanda planteada por su representante legal, este señalaba que la intervención se llevó a cabo en un hospital de Murcia en octubre de 2011 y que con la misma se trataba de resolver el problema de la desviación peneana del paciente.

Sin embargo -añadía- se utilizó como técnica para corregirla la corporoplastia, "sin que le explicaran las alternativas ni que esta técnica era beneficiosa para hombres con grados menores de curvatura, pero que no se recomienda en individuos con curvatura importante, ya que produce un acortamiento del pene".

Así mismo expuso que el demandante "nunca fue informado de que sufriría tan magna reducción tras someterse a la intervención quirúrgica, pues, de haberlo sabido, parece evidente que habría declinado su realización".

Para el paciente, en este caso la administración sanitaria ha incurrido en responsabilidad patrimonial, por lo que exige una indemnización de 95.000 euros, cantidad que ha sido fijada con referencia al baremo utilizado en materia de accidentes de tráfico.

En esa suma se incluyen las cantidades correspondientes a la desestructuración del pene, perjuicio estético importante, trastorno ansioso-depresivo, que exigió tratamiento psiquiátrico, y el perjuicio económico.

El expediente abierto en el SMS cuenta ya con varios informes, uno de ellos, redactado por el cirujano que llevó a cabo la operación, y en los que se descarta que en este caso se produjera una mala práctica médica.

En esa documentación se indica que, "desgraciadamente, una desviación tan severa como la que presentaba este paciente, con una desviación aproximada de 90 grados, conlleva una cirugía correctora con mayor plegamiento del tejido peneano y, por consiguiente, un mayor acortamiento del pene".

Y se añade que se utilizó una cirugía estándar para esta patología, "e incluso en el consentimiento informado se refleja que no existe ninguna alternativa eficaz a esta técnica".

Otro de los informes y dictámenes aportados al expediente de responsabilidad patrimonial señala que, habitualmente, las personas que padecen este problema de curvatura peneana muy pronunciada prefieren someterse a la operación, aun a sabiendas de que tendrán como consecuencia indeseada el acortamiento del miembro viril.

Y añade que lo hacen porque, a pesar de esta inevitable consecuencia, "con ello se les posibilita una mayor calidad de vida sexual que la que tenían antes".