«En la Región no hay ningún grupo yihadista», decía hace unos días el delegado del Gobierno en Murcia, Antonio Sánchez-Solís, a raíz de la alarma desatada en la población tras la masacre que se produjo en París. Sin embargo, sí lo hubo: si no un grupo organizado, sí personas a quienes las fuerzas de Seguridad han arrestado a lo largo de los años por su vinculación con células terroristas.

El primero de los arrestos tuvo lugar en 2004: se cumplían tres años de los ataques a las Torres Gemelas, en Estados Unidos, y la Guardia Civil localizaba en Murcia al argelino Jaleb Madani. Regentaba un locutorio en el barrio del Carmen, y se sospechaba que era miembro del denominado ´aparato logístico y de apoyo´ en España de la red de Osama Bin Laden. En concreto, la Benemérita sospechaba que Jaleb Madani fue la persona que proporcionó a uno de los cerebros del 11-S (Benalshub) parte de los documentos falsos que tanto él como otros terroristas de Al Qaeda empleaban para camuflarse en Europa.

En noviembre de 2014, la localidad de San Pedro del Pinatar quedaba marcada por la detención de un marroquí acusado de enaltecer el terrorismo en Internet. Este hombre, además, tenía previsto un viaje inminente a Siria para enrolarse en Estado Islámico.

La Benemérita organizó entonces un operativo que incluyó un registro en casa del sospechoso. De allí sacaron documentos y material informático que probaría el delito de enaltecimiento del terrorismo. También hubo un registro en el kebab-pizza que regentaba el sospechoso. Todo esto ante la expectación de los vecinos, que se agolpaban en la calle para ver qué pasaba.

Aunque el juez lo metió en prisión sin fianza, en junio de 2015, la Audiencia Nacional lo dejó en libertad: aceptó siete meses de cárcel y en esa fecha ya los había cumplido.