El Instituto Sexológico Murciano (ISM) acaba de publicar una guía gratuita de prevención y actuación dirigida a padres ante el aumento de casos en verano por abuso sexual en menores. Y es que se estima que el acoso sexual infantil afecta en torno al 15-20% de la población, es decir, a uno de cada cinco menores, principalmente al sexo femenino (de dos a tres niñas por cada niño en edades de entre seis y ocho años).

De hecho, sólo el 50% de los niños y agredidos revela el abuso y menos del 15% de los casos acaban en denuncian y en un procesos judicial, según algunas investigaciones. Estos datos «ponen de manifiesto una vez más la urgente necesidad de una mejor y más completa información» que, desde la educación sexual integral, «prevenga las agresiones en todos sus ámbitos, y facilite a padres y profesores identificar y proteger a los menores», señalan en el IMS.

El centro sanitario privado publicó en su página web 'www.isemu.es' la guía 'Tu cuerpo es tuyo', una guía gratuita para padres y madres con pautas para la prevención, detección y manejo del abuso sexual en menores, uniendo así sus esfuerzos a los programas de apoyo y desarrollo de la infancia y las familias ya existentes.

La psicóloga y sexóloga de ISM Verónica Fuentes es la autora de la guía y señala que «el silencio es la forma habitual de manejar un caso de abuso sexual, con esta guía pretendemos ayudar a padres y madres a conocer algunos de los mitos y realidades sobre el abuso sexual a menores». La publicación también recoge claves para prevenirlo, elementos para su detección y tipos de respuesta apropiadas e inapropiadas ante la sospecha de una agresión sexual hacia un menor, el silencio no previene el abuso ni ayuda a superarlo».

Fuentes indica que la prevención sexual «es la primera y principal responsabilidad del adulto», es importante que «los niños deban asumir toda la carga» y explica que los abusos sexuales no son solo comportamientos sino también actitudes inapropiadas que una persona adulta tiene hacia un menor, obteniendo con ello satisfacción sexual».

Apunta como mitos el hecho de que si llegase a ocurrir los padres se darían cuenta, que los agresores son desconocidos y nunca familiares, «pues es una realidad que el 85% de los agresores conocían a la víctima», o que solo ocurre en familias desestructuradas y nivel sociocultural bajo.

Los agresores suelen ser hombres en el 86% de los casos.