La Gran Vía de Murcia vivió este sábado por la tarde una mezcla de gente realizando las primeras compras navideñas y casi un millar de personas que se manifestaron para pedir ´Pan, trabajo y techo´ en una convocatoria a nivel nacional «por la dignidad» que en la Región se organizó con dos grandes columnas que partieron el pasado domingo desde Lorca y desde Yecla y que se reunieron en la plaza de LA OPINIÓN para continuar hasta La Redonda.

Allí, se unieron varios centenares de manifestantes más de asociaciones de discapacitados, de movimientos sociales, como la Plataforma de afectados por las hipotecas, y de sindicatos como CCOO y UGT.

Entre los participantes estaban el secretario general del PSRM, Rafael González Tovar, y miembros de IURM, como Esther Herguedas, Nacho Tornel y José Antonio Pujante, así como afiliados de la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) y de la CGT.

El único incidente se produjo al reunirse las marchas y contactar con agentes de la Policía Local, desconocedores de la convocatoria a pesar de que había sido anunciada a la delegación del Gobierno hace días, si bien ello no impidió que continuaran según lo previsto, comentó Toni Carrasco, uno de los manifestantes.

Coreando proclamas como «Rajoy, vampiro, nos quiere chupar la sangre», «Los bancos nos roban y el Gobierno colabora» o expresando su deseo de que «el próximo parado sea un diputado», los participantes denunciaron lo que califican como «la mentira de la recuperación económica», ya que sostienen que se trata «de un discurso oficial del gobierno que choca con la realidad de una mayoría de la sociedad que continúa sufriendo las consecuencias de la crisis y de las políticas neoliberales», tal y como leyeron los organizadores en sendos manifiestos en la plaza Martínez Tornel, donde concluyó la marcha.

Asimismo criticaron el despilfarro del Gobierno «en grandes macro-infraestructuras que no se necesitan, como el AVE o el aeropuerto de Murcia, mientras que muchos vecinos de Murcia no tienen cubiertas necesidades básicas», además recordaron que «la crisis no ha acabado» y que «es hora de levantarse».

El organizador de la marcha de la dignidad desde Yecla, José Castillo Soriano, estaba cansado tras seis días de viaje, pero contento «porque hemos llegado hasta aquí y no debemos parar la lucha», como comentó a esta redacción. Califica como «muy positivo» que la gente se una, ya que «el Gobierno nos ha quitado todos los derechos que habíamos conseguido desde los años 80 y no podemos permitir que se juegue con la educación, la sanidad y los derechos de los españoles».