Nunca llueve a gusto de todos y si, tras una primavera y un verano húmedos se anunciaba una buena temporada de setas en Murcia, las altas temperaturas que se registran en la Región, pese a estar ya a mediados de noviembre, y la falta de nuevas precipitaciones, unido al viento de los últimos días, ponen en serio peligro la campaña micológica de este año. «La temporada ya se anuncia floja pese a que el monte se encontraba en condiciones de humedad óptimas. Pero el calor y el viento lo han secado todo», explica Mario Honrubia, catedrático de Biología Vegetal de la Universidad de Murcia y experto en Micología.

La única esperanza de los aficionados a la Micología es que llueva y bajen las temperaturas, «pero no hasta el punto de que hiele, ya que eso arruinaría definitivamente la cosecha». Están fructificando menos hongos pero, paradójicamente, «están surgiendo especies curiosas», señala Honrubia, como es el caso de las llanegas «poco conocidas por el público en general pero que son un bocado delicioso». Sin embargo, la seta reina en Murcia es el níscalo o ‘guíscano’, como se le conoce popularmente, una especie que, precisamente porque es la más conocida, está sobreexplotada, a decir de Honrubia, que apuesta por potenciar otras variedades. Hasta ocho del tipo comestibles crecen en nuestros montes y prados (ver página lateral).

La temporada en Murcia se centra en el mes de noviembre, en el que suelen confluir temperaturas suaves y lluvias, que favorecen el crecimiento de los hongos, pero, en ocasiones, «hemos cogido níscalos incluso en febrero», explica el experto en Micología.

Las zonas más ‘pobladas’ de la Región son Sierra Espuña y los montes del Noroeste (Sierra del Buitre, Carrascal de Somogil, etc..) Dar a conocer estos recursos es el objetivo del Proyecto Micodes (Micología, Conservación y Desarrollo) (www.micodes.es) que se desarrolla en Murcia, Albacete, Cuenca, Granada y Fuerteventura y que ha permitido dar cursos para formar guías micológicos, acercar el mundo de los hongos a los escolares e incluso elaborar una guía de campo y buenas prácticas micológicas.