El estudio de La Caixa considera que "la emigración femenina a las áreas metropolitanas se ve alentada por las oportunidades educativas y laborales que éstas ofrecen, en comparación con las del entorno rural, que quedan reducidas para el sector femenino a un papel subsidiario e invisible en economías rurales de base familiar y de mercados de trabajo restringidos a escala local".

A estas razones hay que sumar "las deficiencias de servicios básicos sanitarios, educativos y de transporte que padecen muchos municipios rurales y que impiden la conciliación laboral y familiar".

Además, las altas tasas de personas dependientes -tanto mayores como niños- condicionan, en muchos casos, la emancipación residencial y las trayectorias laborales de las mujeres que habitan en las poblaciones rurales.

Estructuras familiares

Todo esto, añade el estudio de la Fundación La Caixa, incide en las estructuras familiares de los municipios rurales. Las tasas de los hombres que viven solos y de los hombres no emancipados que aún conviven con los padres llegan actualmente al 12% y al 30%, respectivamente, duplicando las de las mujeres.

Además, un 76,8% de las mujeres que habitan en estos municipios convive con la pareja, y un 70% tiene hijos, mientras que solo el 51,6% de los hombres vive en pareja y únicamente el 45,4% tiene descendencia.