A los padres del San Vicente de Paúl, popularmente conocido como el colegio de la rambla, se les ha acabado el 'chollo' de llevar al niño a clase y dejar el coche mal estacionado sobre la mediana, invadiendo el carril bici, encima de la acera, en un paso de peatones o incluso en lo alto de una rotonda. Los agentes han tomado esta medida con el respaldo de la dirección del centro.

Hay que destacar que dicha situación se produce también a diferentes horarios en otros centros escolares de la ciudad sin que la Policía Local intervenga para atajar el problema. Es por eso, que, según fuentes policiales, la intención del cuerpo municipal es controlar los estacionamientos de vehículos en las salidas y entradas del resto de centros escolares del municipio.

El problema es que los ajustados horarios de la vida actual obliga a muchos padres a dejar su vehículo mal aparcado cuando llevan o recogen a sus hijos de clase, con el fin de llegar a tiempo al trabajo. Los infractores se suelen excusar en que solo serán unos minutos. A estos padres apresurados por el paso de las manijas del reloj se les suman aquellos progenitores que no tienen obligaciones en ese momento y se amparan en que todos aparcan donde sea y como dice el dicho, a donde fueras haz lo que vieras.

La realidad es que hasta hace poco la Policía Local hacía la vista gorda durante las salidas y entradas de los colegios del municipio. Sin embargo, tal y como anunció ayer el Cuerpo municipal anunció ayer en su perfil público de Facebook, las horas de lápices caídos han dado a su fin. El coche pone multas de la Policía Local, conocido como 'multacar', abrirá la veda a partir de este martes, jornada en la que los escolares regresan a clase tras el puente de San José. La multa al llegar al colegio el martes por la mañana puede amargarles a algunos el regalo del Día del Padre.

En concreto, los agentes centrarán su objetivo en los aledaños del colegio concertado San Vicente de Paúl, cuya gestión ha sido asumida recientemente por la fundación de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), que preside el cartagenero José Luis Mendoza. En el centro, uno de los más grandes de la ciudad, cursan sus estudios unos 2.000 alumnos.

El cerco policial sobre esta zona se pondrá en marcha al considerar que muchos de estos vehículos entorpecen gravemente la circulación. Pese a que en este enclave ha habido algún siniestro recientemente,hasta la fecha, los sucesos no han estado vinculados a la salida y entrada de los escolares. En el colegio de la rambla, las mayores aglomeraciones de vehículos mal estacionados se producen a las nueve de la mañana y a las dos de la tarde. Esta situación ya provocó altercados entre ciclistas y padres. Los amantes de las dos ruedas protestaron en 2015 porque los vehículos de motor taponaban el carril bici situado en la avenida Sebastián Feringán. Los agentes recomiendan a los padres del San Vicente de Paúl que dejen sus automóviles en el aparcamiento del hipermercado Eroski, situado a escasos dos minutos a pie del colegio.

Las multas por dejar el coche mal estacionado van de 80 a 200 euros. Sin embargo, afortunadamente para los infractores, el pronto pago de la pena reduce el importe de la misma en un 50%. La sanción más alta se notifica cuando el automóvil está en un lugar en el que entorpece gravemente la circulación. No obstante, con la vigilancia que se va a llevar a cabo a través del 'multacar', resulta más difícil esquivar la sanción. Esto es debido a que el vehículo policial denuncia las infracciones al momento, sin necesidad de que el agente municipal se detenga y requiera unos minutos para escribir y poner la 'receta' sobre el parabrisas del vehículo infractor. Para ello, este automóvil de la Policía Local emplea una cámara a través de la cual va registrando las distintas infracciones que se producen en su radio de actuación. Es decir, el coche puede multar en cuestión de pocos segundos.