La presidencia de la Federación de Asociación de Vecinos de Cartagena, que engloba unas 120 asociaciones vecinales, ha supuesto para Cristina Roca muchas satisfacciones y alegrías. No obstante, esta labor no remunerada también le ha supuesto con frecuencia trabajo a horas intempestivas, intensos gastos de energía y polémicas que le han envuelto sin buscarlo. Por todo ello, y aunque siempre pesa más la cara buena, Roca ha decidido marcharse de la directiva y dejar paso a alguien que llegue con resistencia y con ganas.

¿Cómo valoraría estos tres años en la presidencia de la Federación?

Más que de los tres años de presidenta, pienso en los ocho que he estado dentro de la junta directiva, ya que ese ha sido el último paso tras haber recorrido la vocalía de Cultura y la vicepresidencia. De todo ello, de esta etapa, me llevo muchísimas experiencias y amigos, me ha gustado muchísimo y me da mucha pena marcharme.

Cualquiera diría que todo ha sido positivo. ¿Por qué decide marcharse entonces del cargo?

Realmente no todo es positivo. Se trata de una labor no remunerada y supone un desgaste físico enorme. Llega un momento en que no tengo el tiempo para poder dedicarle todas las horas que se necesitan, y ya no me veo con energías para continuar.

¿Qué logros destacaría de estos años?

La Federación ha luchado por el Rosell y a través de la plataforma Salvemos el Rosell hemos participado en concentraciones y manifestaciones, siempre buscando que el hospital vuelva a abrirse al cien por cien. También nos hemos enfocado en el problema de Portmán y hemos colaborado con vecinos y ecologistas. Respecto al tema del Mar Menor, uno de los más conflictivos, nos hemos reunido en diferentes ocasiones en Murcia, Madrid o Bruselas para aportar todos nuestros datos y nuestra colaboración para intentar que vuelva a ser lo que era. Otra de las cosas que destacaría es que hemos potenciado muchísimo el empoderamiento de las asociaciones de vecinos y se han dado cuenta de la importancia que tienen.

¿Y qué proyectos han quedado en el tintero?

Queda muchísimo por hacer, nuestra máxima es que los vecinos de Cartagena y comarca alcancen las mejores condiciones de seguridad, alumbrado, asfalto, servicio sanitario, transporte, sostenibilidad, etc. Tenemos que sacar nuestro lado reivindicativo porque tenemos mucha voz, aunque no tengamos voto, por lo que hay que insistir a las administraciones para que se invierta más en los barrios y diputaciones, porque la mayoría de habitantes no vive entre El Corte Inglés y el Puerto sino en las afueras.

¿Cuáles son los barrios que más inversión necesitan?

Por ejemplo, en el barrio de Santa Lucía, que es un barrio muy castizo de Cartagena, se tienen que hacer inversiones importantes para ponerlo en valor. Lo mismo ocurre con San Antón, que es un barrio afectado y donde todavía no se sabe qué va a pasar con la cárcel. Pero no los únicos, porque también hay problemas de transporte en la zona oeste, donde hemos intentado que haya líneas regulares o lanzaderas que unan Tallante, Perín o Los Puertos con Molinos Marfagones y Canteras.

¿Se le da la suficiente importancia a los barrios o sigue pesando más el centro?

Los barrios siguen estando olvidados y hay que invertir más en ellos para ponerlos en valor y para generar atractivo turístico también en estas zonas.

¿Qué asociaciones vecinales diría que son las más activas?

La de las Seiscientas y la de Pozo Estrecho, por ejemplo. También la de la Algameca Chica, que está luchando con uñas y dientes por salvar el poblado de allí.

¿Hay algo que haya llevado especialmente mal durante esta etapa?

Lo que he llevado peor ha sido la exposición pública, ya que me gusta trabajar en segunda línea, soy reservada, y no me ha gustado que en ocasiones se hablara en los medios de comunicación no ya de mí sino de polémicas con gente de mi alrededor.

Está previsto que el 25 de noviembre se celebren las elecciones de la Federación. ¿Qué espera que ocurra?

Yo ya he dicho que apoyo a Ángel Monedero, ya que durante mi mandato lo incluí en la directiva y ha realizado un trabajo encomiable. Además, tiene mucho tiempo porque está jubilado, y ya ha demostrado que está dispuesto a luchar. No obstante, conozco a José Luis Hernández y no tengo nada en contra de él. Lo que me gustaría es que, gane el candidato que gane, se dedique a la Federación el tiempo que se merece y se la trate con respeto.

¿Es un adiós definitivo?

No me gusta decir un adiós completo. Me da tanta pena marcharme que no puedo decir que esto sea un punto final, pero es un punto y aparte. Voy a dedicar un tiempo a reflexionar, a estar tranquila, y, quizá, en un futuro vuelva al ataque.