El secretario general de CCOO, Unai Sordo, manifestó ayer en Cartagena que la reforma constitucional que se está preparando debería abordar también cuestiones de carácter social y no solo territorial. En este sentido, informó que una de las reivindicaciones de la organización tiene que ver con los contratos sociales. Según dijo, la organización trabaja actualmente por recuperar el valor de la negociación colectiva en el país. Consideró que este tipo de reivindicaciones son más «complicadas» ahora que el foco mediático está en Cataluña, una zona en la que espera que los funcionarios no se vean envueltos en situaciones de presión ni de dobles órdenes. «Se deben a su trabajo», indicó señalando que la organización sindical asesorará allí a todo aquel que lo necesite, si bien advirtió que de haber algún conflicto con los funcionarios en el desempeño de sus funciones les indicarán que deben «responder a la legalidad vigente».

El líder de CC OO espera que con las elecciones catalanas del 21 de diciembre y la formación de un nuevo Parlamento, «deberá abrirse un espacio de diálogo y de normalidad que nunca debió abandonarse; las elecciones deben servir para distorsionar la tensión». Así, defendió que en Cataluña hay 142.000 personas afiliadas al sindicato, que «ha tenido una posición coherente y hemos apostado por el diálogo, la negociación y un escenario de distensión».

Aparte de eso, Sordo recalcó que el objetivo de CC OO en la actualidad es impulsar el sindicalismo de proximidad. En rueda de prensa hizo un análisis crítico de la salida de España de la recesión económica, una salida que ha propiciado en los últimos años, manifestó, que el país crezca al 3,1%, «pero ese crecimiento no se está repartiendo por igual. Cada vez hay más desigualdad».

A su juicio, las desigualdades provienen de las reformas que ha llevado a cabo el Gobierno. Considera que en el país el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) debe subir de los 707 euros actuales y acercarse a los 1.000 euros al mes. Esta mejora salarial, añadió, deberá hacerse por encima del IPC.

Las pensiones «son viables»

En cuanto a la política de pensiones, afirmó que «son viables», pero que para ello el Gobierno debe preguntarse cuánto dinero quiere gastar en el sistema, él ve viable que se haga como en otros países y se invierta un 15% en el sistema de pensiones para que «sea viable el sistema ahora, dentro de 20 años y dentro de 30 también». Según expuso, con el sistema actual de pensiones la diferencia entre el último salario percibido y la pensión será del 48%, por lo que «las pensiones no servirán para vivir y abrirán la puerta a los sistemas privados de pensiones».