El accionista mayoritario de los astilleros públicos Navantia, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ya tiene definido el plan industrial con el que espera garantizar el futuro de la empresa. Así lo confirmó ayer en Cartagena la presidenta de la SEPI, Pilar Platero. Los detalles de este plan estratégico aún no se han dado a conocer, ya que los accionistas tienen que presentar a los trabajadores la propuesta que han preparado para los próximos cinco años, hasta 2022.

Navantia ya cuenta con el encargo de quince buques por parte del Estado español, que le supondrán una facturación de 11.000 millones de euros. Sindicatos, empresa y accionistas negociarán las condiciones de esta hoja de rumbo, que irá acompañada de un nuevo convenio colectivo. Platero ya adelantó en su visita que Navantia y la SEPI han preparado un plan estratégico que «va a contentar las necesidades de los trabajadores y va a incorporar la innovación, provocando un cambio radical en los procesos de producción». Para ello, anunció que se harán «nuevas contrataciones, porque la plantilla está envejecida». También garantizó que «hay carga de trabajo».

La dirigente de la SEPI desveló ayer que su intención era haber cerrado el plan definitivo este año 2017, pero que, finalmente, espera que se finiquite en enero o febrero del próximo año. El retraso de este plan «vital» para la salvación de los astilleros, según califican los propios directivos de Navantia, viene motivado por la negativa de los trabajadores a sentarse a negociar con la empresa, hasta que no se les pague el plus de antigüedad -las 'asimilaciones- que se les adeudan desde el año 2014. El Tribunal Supremo condenó a la factoría en 2016 a pagar las 'asimilaciones' a la mayoría de sus empleados de toda España. En Cartagena, el 70% de la plantilla está pendiente de recibir este complemento salarial. En total, son unos 800 obreros. A cada uno de estos afectados, que ya trabajaban en la época de Bazán, se les adeuda de media en torno a 7.000 u 8.000 euros. Estas 'asimilaciones' se recogen en el tercer convenio colectivo, que es el que está vigente en estos momentos tras ser tumbado el anterior por la Justicia.

Esteban García, presidente de Navantia, también acudió ayer a visitar los astilleros de Cartagena. El directivo destacó «el compromiso de la dirección de Navantia y de la SEPI en cumplir en su totalidad el tercer convenio colectivo», pero también dijo que «apelamos a la responsabilidad de nuestros trabajadores para sentarnos cuanto antes a negociar el plan estratégico, que es realmente nuestro plan de futuro». García consideró que se trata de un plan «muy ambicioso», que «no debe ser parado» porque los asalariados no hayan cobrado el plus de antigüedad que les corresponde. «El compromiso de Navantia por cumplir el tercer convenio es total», recalcó el presidente. Los máximos dirigentes de la SEPI y de Navantia vinieron ayer de Madrid, donde están sus oficinas, para hacer de anfitriones del presidente regional, Fernando López Miras, que realizó una visita institucional por los astilleros de Cartagena. López, Platero y García se reunieron con los miembros del Comité de Empresa, que representan a los trabajadores.