El grupo de WhatsApp de la familia Jaudenes no deja de recibir mensajes. «Papá ha salido del hospital, ¡vamos!», escriben los suyos, que no dejan de darle ánimos para que salga adelante. A Juan, de 71 años, le detectaron cáncer de pulmón este verano. Ante esta situación, su hija Paloma, dueña de Pequeña Moma, una tienda especializada en ropa y complementos, decidió poner en marcha un proyecto que está resultando un éxito: ha diseñado unas pulseras que cuestan 3 euros, y toda la recaudación la va a destinar a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Las pulseras son rosas o negras y llevan escritas el mensaje 'A por todas', en clara referencia a la lucha diaria a la que deben enfrentarse los enfermos de cáncer. «Cuando se lo detectaron a mi padre me impactó todo aquello, en el hospital había mucha gente así y yo empecé a dar vueltas en cómo con Pequeña Moma se podía colaborar», explica Paloma en la tienda de las Puertas de Murcia, en Cartagena, donde han vendido 860 pulseras en 20 días.

«Este verano ya habíamos sacado otras pulseras con dibujos de raspitas, vendimos más de mil unidades. Pensé que si eso había funcionado también podía hacerlo con una destinaba a la lucha contra el cáncer», comenta Paloma, que considera «un 'boom' increíble» la respuesta de la gente: la iniciativa se ha extendido por las redes sociales y personas de Vigo, Valencia y Madrid las han adquirido por internet.

La pulsera también se puede comprar en el local de Pequeña Moma en el centro comercial Espacio Mediterráneo, a través de su página web y en ASTUS, que se encarga de la manufacturación y habitualmente colabora en la elaboración de collares y capazas. «Nosotros decimos cómo queremos los productos y los usuarios del centro ya se encargan de lo demás. La verdad que se lo curran un montón», dice la dueña de la tienda. A la iniciativa también se ha sumado la sucursal bancaria de La Caixa en Reina Victoria y dos comercios de Murcia, Álvaro Olivares y Cóccole.

El objetivo, cuatro mil euros

La manufacturación acarrea un coste de un euro por pulsera (añaden un cartón decorativo y una bola ajustable), que paga Pequeña Moma a ASTUS, y los dos euros restantes van destinados a AECC. «La respuesta es increíble y lo próximo que nos proponemos es que vamos a recordar la iniciativa a nuestros clientes, que sepan que con muy poco pueden hacer mucho. Nuestra idea es vender 2.000 pulseras, o sea, que nuestra meta sería destinar 4.000 euros para la Asociación Española Contra el Cáncer», asegura Paloma.