Cada cierto tiempo en esta sección nos gusta detenernos ante un edificio de los que forman nuestro casco antiguo y preguntarnos qué secretos esconde o qué historia nos contaría si pudiera hablar. El número 19 de la calle del Aire, frente a la desaparecida confitería ´La Espiga Dorada´, acoge un pequeño y coqueto inmueble con dos columnas de orden jónico en su planta baja, elementos que nos transmiten que debió ser sede de alguna institución importante. Y así fue pues en 1921 se fundó la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cartagena, entidad promovida y fundada por un gran cartagenero como fue Juan Antonio Gómez Quiles quien presidió durante muchísimos años la Cámara de Comercio y la Junta de Obras del Puerto.

Una de las razones de su puesta en funcionamiento era la de acabar con los abusos que las casas de préstamos locales cometían con los más desfavorecidos, y promover el ahorro entre las clases obreras. Valga el dato de que en sus primeros cuatro años de existencia se habían impuesto un millón ochocientas ochenta y ocho pesetas en la Caja de Ahorros, y se habían prestado cantidades con garantías de alhajas y ropas por valor de un millón trescientas treinta y ocho pesetas en el Monte de Piedad. De los beneficios obtenidos se destinaba una cantidad para devolver gratuitamente ropas a empeñantes con peligro de perder sus lotes por no poder rescatarlos. Y todo ello bajo la gerencia y buen hacer de Ginés Peragón Molina, que dicho sea de paso no cobraba remuneración alguna por su actividad.

Inicialmente se estableció en la calle del Aire pero al parecer en un edificio más sencillo, de ahí que pocos años después decidieran acometer la construcción de uno nuevo que es el objeto de esta historia. Viajamos a los inicios del año 1926, a pocos meses de su inauguración la expectación iba en aumento y en la prensa local se decía que contaba «con todas las exigencias de comodidad en los servicios del público». Algo que no ha de extrañar pues su amplitud llega hasta la calle del Escorial, con una fachada provista de balcones de artística rejería y por donde se accedía al Monte de Piedad.

Y llegó el día señalado, el 7 de marzo, y al acto no faltó ninguna autoridad civil, militar y religiosa, siendo el Obispo de Cartagena Vicente Alonso Salgado el encargado de presidirlo. Tras la tradicional bendición del local las autoridades recorrieron una a una todas las dependencias del edificio, y la anécdota ocurrió al llegar el prelado a la habitación donde se guardaban las máquinas de coser empeñadas.

En ese momento pidió que se devolvieran todas a sus propietarios y que él abonaría el importe del desempeño, gesto que fue elogiado por los allí presentes y que imitaron el alcalde, el Capitán General y el Gobernador Civil. Asimismo, se repartieron cincuenta libretas de ahorro de 25 pesetas cada una para los niños y niñas pobres de las escuelas municipales que fueron pagadas por los miembros del Consejo de Administración de la entidad. Curiosamente el señor Gómez Quiles donó 250 pesetas destinadas a una libreta a beneficio del culto a la patrona la Virgen de la Caridad, y lo propio hicieron el coronel, jefes, oficiales, suboficiales y sargentos del regimiento ´Cartagena´ aportando la misma cantidad para la hija huérfana de un sargento del 70. Una jornada que quedó plasmada en la fotografía de las autoridades a las puertas de un edificio, ´el de la caja´, que este año ha cumplido 90 años.