En los últimos tiempos resulta obvio que los vientos que corren por España son muy poco propicios para las mayorías absolutas. Así, quedó también demostrado hace unas semanas en las elecciones a hermano mayor de la Cofradía de Jesús en el Paso del Prendimiento, familiarmente conocida como Cofradía California; una hermandad que el próximo 13 de junio, festividad de San Antonio de Padua, cumplirá nada más y nada menos que 269 años desde su fundación allá por el año 1747? cuando el destino de los españoles llevaba solo unos meses en las manos de Fernando VI, -el tercer hijo de Felipe V-, apodado 'el Prudente', por unos; y 'el Justo', por otros.

También queda algo lejos en el tiempo, aunque no tanto, la promulgación de aquel Decreto Episcopal, de 21 de julio de 2010, con el que el obispo de la diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, convenía aprobar 'Ad experimentum' los estatutos de la citada Cofradía por un periodo de dos años y ordenaba, así mismo, la formación de una junta gestora cuyo presidente y hermano mayor (en funciones) fuera Juan Carlos de la Cerra Martínez. Aquellos dos años, que finalmente serían cinco, concluyeron el pasado enero con la celebración de las primeras elecciones, democráticas, en las que un hermano mayor resultaba elegido por sufragio de todos los cofrades mayores de edad y, al menos, cuatro años de antigüedad. Como todos recordarán, al final, solo optaron a la elección dos candidatos de la terna prevista y, tras una reñida pugna entre Pedro Ayala y De la Cerra, resultaría elegido este último.

Es ya evidente que el rumbo firme que está marcando De la Cerra durante estas primeras semanas se aparta solo lo justo del anterior, que hay que recordar que estuvo caracterizado por la prudencia, la búsqueda del entendimiento, el necesario diálogo, el duro trabajo diario, las puertas abiertas y, sobre todo, el afán por alcanzar ese testimonio cristiano tan necesario que monseñor Lorca Planes reclama para nuestras cofradías. Pero, a día de hoy, lo más importante es contemplar cómo los aires que se respiran por la cofradía encarnada son de una completa unión y todo el mundo rema en la misma dirección. Por tanto, con sus ilusiones renovadas, los californios avanzan ya con buena mar, viento fresco y horizontes despejados en esta nueva singladura de su centenaria historia cofrade en la que, con su tinta roja habitual, escribirán otras páginas que seguirán engrandeciendo las procesiones cartageneras.

Por último significar que, tras celebrarse la pasada semana el Triduo en honor Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, titular de la Cofradía, los calis ya están inmersos en decenas de preparativos de cara a su Solemne Salve Grande, el acto cuaresmal más característico de la Hermandad, que en esencia es una paraliturgia en honor de la Santísima Virgen del Primer Dolor. Como siempre, el entrañable evento tendrá lugar en la iglesia de Santa María el próximo 9 de marzo, miércoles de la quinta semana de Cuaresma, a las 20.30 horas.