«Quien quiera puede venir y tomar medidas para ver lo que hace del Palacio de Asdrúbal (Arx Asdrubalis) algo único en el mundo». El arqueólogo Iván Negueruela, quien también dirige el Museo de Arqueología Subacuática (Arqua) se refiere a la planta triangular del monumental edificio púnico que se erigió hace veintidós siglos en el cerro de El Molinete. Un hallazgo que protagonizó el propio Negueruela hace quince años y que lo convierte en algo insólito.

También su extensión lo convierten en una ´rara avis´ -algo insólito- del mundo arqueológico. Sus más de 25.000 metros cuadrados repartidos en un triángulo escaleno con una hipotenusa de 250 metros nunca antes se habían estudiado, según la experiencia profesional del propio Negueruela, quien recalca que se trata, en realidad, de un conjunto que está excavado en la propia roca de las laderas del cerro, previamente preparadas en terrazas para permitir la superposición de alturas. Se trataría de siete terrazas escalonadas, a las que daban las diversas estancias y servicios del palacio, como ámbitos de audiencia y ceremonia, dormitorios, almacenes o salas de representación, entre otras.

Y, pese a que toda la odisea del arqueólogo para dar a conocer el hallazgo tuvo grandes dosis de peregrinaje en el desierto en los primeros años de excavaciones -casi clandestinas y con una fuerte oposición por parte del Gobierno municipal- ahora tiene el respaldo de gran parte de la comunidad científica. Prueba de ello es que la Real Academia de la Historia acaba de editar el libro ´El magnífico palacio de Asdrúbal en Cartagena (Cerro del Molinete)´, donde Negueruela plasma las conclusiones de los quince años que lleva estudiando una de las cinco colinas que formaron parte de la Qart Hadast púnica. Sobre la publicación, hablará hoy el arqueólogo en el salón de actos del CIM, en la Universidad Politécnica, a partir de las 19.30 horas, con entrada gratuita.

Y todo por seguir las palabras del historiador Polibio, quien visitó la ciudad púnica y escribió que el cerro se encontraban «los magníficos palacios reales», pertenecientes a Asdrúbal el Bello.

Una primera pista de la que ha ido tirando Negueruela hasta ahora, y que parece haber permitido uno de los descubrimientos más importantes de los últimos años a nivel arqueológico en la ciudad.

Expertos de todas las disciplinas

Y las investigaciones prosiguen, ya que, además de conocer que el interior del palacio seguiría los mismos parámetros que el templo de Petra, quedan todavía muchos campos por descubrir.

De hecho, Negueruela se plantea en su libro -y en su día a día- cómo pudieron levantar aquel palacio sin referencia alguna anterior. Y es que, según el director del Arqua, la construcción revela un complejo entramado de conocimientos en disciplinas como la aritmética, la topografía la geometría o la astronomía, que se puede ver en la orientación de las estancias religiosas del conjunto. El templo dedicado a la diosa Atargatis reciben los primeros rayos de sol por su puerta principal, iluminando la estatua de la diosa, que recibiría las primeras luces del alba.