­Los Bomberos sofocaron este domingo un incendio que se produjo en el noveno piso de un edificio, situado en la calle Neptuno de Cartagena, sobre la una de la tarde, en una vivienda en la que, en ese momento, no había nadie.

Hasta el lugar se desplazaron varias unidades de Bomberos de Cartagena, con un vehículo urbano ligero, uno de escala y otro de jefatura, que se apresuraron a desalojar al resto de vecinos del inmueble para evitar que resultaran intoxicados por el humo.

Según fuentes del caso, el fuego se inició en una de las habitaciones de la vivienda, que ha quedado prácticamente inutilizable. Además, ha causado daños estructurales en el suelo de la casa situada en la planta superior, debido a que el calor que desprenden las llamas subió hacia el techo y provocó que parte del suelo de la casa de arriba se derrumbase.

Los efectivos precintaron la habitación de la décima planta que resultó dañada y ofrecieron a sus ocupantes un alojamiento alternativo, hasta que se reparasen los desperfectos, aunque estos prefirieron quedarse en casa de un familiar. El matrimonio tuvo que ser atendido por la UME que acudió a la zona, tal y como dicta el protocolo de actuación, aunque no por inhalación de humo ni quemaduras, sino por el estado de ansiedad en el que se encontraba.

Alertados por el 112, acudieron también varias unidades de Policía Local y de Policía Nacional, que se encargarán de investigar las causas por las que pudo producirse el incendio aunque, por el momento, los agentes descartan la hipótesis de un cortocircuito, ya que el propietario de la casa indicó que no tenía luz desde hace un tiempo. Además, también les informó de que la casa le había sido embargada recientemente.

El dueño de la vivienda en la que se originó el fuego es un hombre de unos 60 años y la principal hipótesis que barajan los vecinos es que se haya podido dejar un cigarrillo encendido. Aunque éste lo negó, tanto frente a ellos como ante los agentes que investigaban el incendio.

En el momento en el que se produjo el incendio la casa estaba vacía, a diferencia de la de sus vecinos de arriba, que tuvieron que ser desalojados ante el peligro de que las llamas alcanzasen su vivienda.

Durante más de tres horas, los cerca de treinta vecinos del inmueble permanecieron en la calle, a la espera de que los Bomberos extinguieran las llamas y ventilaran, ayudados por una bomba de presión de aire, la mayor parte del humo que invadía toda la escalera.