La IX edición de la Ruta de las Fortalezas empieza a marcar sus primeros pasos. La prueba, organizada por la Escuela de Infantería de Marina General Albacete Fuster, tiene un enorme calado entre los corredores populares, que cada año esperan con inusitada expectación la fecha de su disputa, los recorridos preparados, los plazos de inscripción y las novedades que presenta en cada edición. Cerca de cinco mil son los que se dan cita cada año para recorrer los más de 50 kilómetros por castillos, fortalezas y montañas de la ciudad portuaria y el interés que suscita la Ruta crece edición a edición. Es por ello que los promotores de la carrera necesitan cada vez más tiempo en dejarlo todo listo para la fecha en la que se corre la misma.

En los próximos días se producirá la primera reunión donde se pondrán sobre la mesa diferentes aspectos de la novena edición preparada para 2018. Son muchos los participantes que aguardan para saber qué día es el elegido para la carrera. Es más, incluso otras pruebas que suelen llevar su disputa al mes de abril, aguardan también para decidir cuándo poner las suyas, ya que saben que la Ruta de las Fortalezas suele arrastrar a muchísimos corredores. Evitando coincidir con la cita cartagenera también pueden contar con más participantes en sus pruebas si las sitúan en otro sábado cercano. Aunque no hay fecha oficial, recordemos que la Ruta de las Fortalezas se disputa siempre en el mes de abril. Este año se baraja como posible día para su celebración el sábado 14 de ese mes. Desde la Armada no se ha confirmado de forma oficial nada en ese sentido, aunque fuentes cercanas a la organización la dan como fecha casi segura.

En este 2017 se disputó el 1 de abril, en 2016 fue el 16 de abril, mientras que hace tres ediciones, en 2015, la fecha escogida fue el día 18 de ese mismo mes. Los sábados del mes de abril de 2018 corresponden a los días 7, 14, 21 y 28.

Por otro lado, se presentará el proyecto de los nuevos recorridos. El secretismo es absoluto y nada se conoce en ese sentido, a excepción de que sí que habrá tramos nuevos, como ocurriera ya en la pasada edición. Además, los encargados de la prueba estudian diferentes fórmulas para evitar los atascos producidos en la primera subida de la última edición, el ascenso al castillo de San Julián. Se habían disputado unos pocos kilómetros y en plena ascensión desde Cala Cortina se produjeron parones entre los participantes debido al enorme volumen de gente que se concentra en los primeros tramos de la carrera.

La prueba ha ido evolucionando y adaptándose a las circunstancias del entorno de la ciudad y de las exigencias propias de los participantes. Lo que sí se mantiene es el espíritu por el que fue concebida y que pretende mostrar la ciudad y su entorno paisajístico y monumental tanto a los habitantes de la ciudad como a los que llegan de fuera. La exigencia es máxima, tal y como se puede comprobar en cada edición. Los promotores de la iniciativa tratan de mantener el listón alto en todos los sentidos y los recorridos se convierten en el eje fundamental sobre el que se centra toda la carrera.