Son las palabras de una madre que ya no puede más: "Tomy, te escribo esta carta porque necesito que pienses con el corazón y no con la mente. Sé que las quieres más que a ti mismo. Sé que jamás les harías daño. He defendido eso siempre y nunca lo he puesto en duda. No alargues la tortura, todos estamos sufriendo. Sé que no quieres eso. Sé que en el fondo deseas volverlas a ver felices con su entorno, su hogar, su familia, amiguitas del cole, sus perros, juguetes... Lo nuestro no funcionó por diversas razones pero eso no significa que nos tengamos que hacer tanto daño y sé que deseas lo mejor para ellas. Ambas nos quieren y necesitan Tomy, a los dos. Nadie ocupará tu lugar de padre, nadie podrá ocupar mi lugar de madre. Fue una creación de ambos". La madre quiere mantener viva la búsqueda y le pide que contacte con ella y que las traiga de vuelta a casa.