Las imagenes las graba Pegasus, el helicoptero de la DGT que todo lo observa. Está tan arriba que los conductores no pueden verlo y son cazados en burradas como estas. Primer caso: el típico pique. Dos coches persiguiéndose, hasta que uno decide salir de la carrera, entre comillas. Están los de giro por donde quiero y los de cruzo por donde me da la gana para ganar tiempo. Los de la carrtera es mía y de nadie más. En fin, son ejemplos reales que nos enseña la DGT para relatar unos datos que preocupan. Durante la campaña en carreteras secundarias han sido multados 25.000 conductores en sólo 7 días.