El Gobierno ya ha dado luz verde a uno de los cambios más esperados dentro de la reforma laboral: el nuevo sistema de registro horario obligatorio y digital. A partir de su entrada en vigor (prevista antes del verano de 2025) todas las empresas deberán entregar a sus empleados un recibo detallado con las horas trabajadas, incluidas las horas extra.
La medida busca frenar una de las prácticas más denunciadas en el mercado laboral español: las horas extra no pagadas ni registradas. Y lo hace con un enfoque claro y es el de digitalizar el control de jornada y garantizar que ningún minuto de trabajo quede fuera del radar.
Un sistema digital, fiable y sin trampas
Este nuevo sistema de registro no es solo una actualización tecnológica, es un cambio profundo en cómo se controlan las jornadas laborales en España. El objetivo del Ejecutivo es claro: que el control de las horas trabajadas sea objetivo, transparente y completamente accesible.
A diferencia del sistema actual, más flexible (y por ello, manipulable en algunos casos), el nuevo modelo exige que cada trabajador fiche personalmente su hora de entrada y salida mediante una plataforma digital. La empresa no podrá modificar ni alterar esos datos.
Además, la Inspección de Trabajo podrá acceder a los registros en tiempo real y de forma remota, lo que facilitará una vigilancia mucho más eficaz del cumplimiento de la jornada legal.
Qué incluye el nuevo recibo mensual?
Una de las grandes novedades es que las empresas estarán obligadas a entregar un resumen mensual con todas las horas trabajadas, junto con la nómina. Ese documento deberá reflejar de forma desglosada tanto las horas ordinarias como las extraordinarias o las complementarias (en el caso de los contratos a tiempo parcial).
Este cambio significa que los trabajadores tendrán por escrito, cada mes, cuántas horas han trabajado exactamente, y podrán reclamar si algo no cuadra.
El Ministerio de Trabajo lo deja claro: si no hay un registro fiable, se presumirá que el contrato es a jornada completa. Esto también aplicará para los trabajadores a tiempo parcial, que han sido tradicionalmente los más expuestos a abusos.
Más control para evitar fraudesy sanciones
El refuerzo del registro horario también trae mayor presión sobre las empresas: en caso de que incumplan la norma la carga de la prueba recaerá sobre la compañía. Si no puede demostrar las horas realmente trabajadas por un empleado, se dará por hecho que su jornada es completa, con todo lo que eso implica a nivel de salario y cotización.
Además las sanciones por fraude serán económicas y directas. Las empresas que no respeten el nuevo sistema podrán enfrentarse a importantes multas.
Por eso desde el Gobierno se ha previsto un periodo de adaptación para facilitar la transición. Los convenios colectivos que aún recojan jornadas superiores a las 37,5 horas semanales tendrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para ajustarse a la nueva normativa.
También afecta a los contratos a tiempo parcial
El nuevo sistema no deja a nadie fuera y los trabajadores a tiempo parcial también deberán tener un registro horario detallado y recibir su recibo mensual con todas las horas, ya sean ordinarias o complementarias.
Esto es especialmente relevante porque hasta ahora muchos de estos contratos funcionaban en la práctica como si fueran de jornada completa, pero sin que se reflejara ni se pagara como tal.
Con el nuevo modelo si no hay un control claro y registros fehacientes, esos contratos se considerarán automáticamente como de jornada completa. Una medida que puede suponer un antes y un después para miles de trabajadores en sectores como el comercio, la hostelería o los servicios.
Cuándo entra en vigor este nuevo registro horario
Aunque aún falta que la normativa supere su tramitación parlamentaria, el Gobierno ya ha dejado claro que quiere que esté funcionando antes del verano de 2025. Esto significa que las empresas tienen poco más de un año para digitalizar su sistema de control horario y adaptarse a las nuevas exigencias.
Para muchas (sobre todo las pymes) esto supondrá un importante reto y por eso, desde el Ministerio de Trabajo se ha abierto la puerta a establecer un calendario flexible, especialmente para facilitar acuerdos con formaciones como Junts, que podrían apoyar la reforma si se da margen a los pequeños negocios.