Cayetana Álvarez de Toledo se ha sentado en el banquillo por decir desde la tribuna del Congreso que el padre de Pablo Iglesias era un terrorista. Se amparó en que el propio Iglesias había dicho en alguna ocasión que su padre había pertenecido al comité pro FRAP y ese grupo era considerado terrorista. Francisco Javier Iglesias denunció a la diputada del Partido Popular al considerar que había sido vulnerado su derecho al honor. Iglesias padre reclama una indemnización de 18.000 euros por daños morales contra Álvarez de Toledo, por haberle llamado terrorista y hacerlo además desde su condición, en ese momento, de portavoz del Partido Popular en el Congreso, y con el objetivo de atacar a un adversario político sin reparar en que el afectado era una persona anónima. La diputada del PP ha mantenido ante el juez lo mismo que dijo en el Congreso y confía en que se archive el caso, después de que la Fiscalía también lo haya solicitado.