Con el abogado Cristobal Martell, una defensa hábil, negociadora, de lo más reputada, Jordi Pujol, su esposa y tres de sus hijos se enfrentan hoy a la fase inicial de esta instrucción penal por fraude fiscal y blanqueo de capitales que tratará de aclarar si tienen o no dinero negro en el extranjero obtenido de comisiones ilegales por la adjudicación de obras o contratos públicos. Pujol afirmó que durante 34 años mantuvo oculto el dinero, 850.000 euros, por ser heredado, según la instrucción muy alejado del ingente patrimonio atesorado por el clan. De momento ni Suiza, ni Liechtenstein, ni Andorra han respondido a las rogatorias. La fiscalía no parece tener prisa. Por otro lado, el sindicato Manos Limpias, que con su querella dio pie a estas diligencias, ultima su batería de preguntas.