El aire, el agua y el suelo de buena parte de Ucrania están contaminados con sustancias tóxicas debido a los ataques en refinerías, plantas químicas o instalaciones energéticas. Hay campos sembrados de minas. Los misiles han causado incendios forestales. Se ha perdido biodiversidad. Y además con cada bombardeo se libera dióxido de carbono a la atmósfera.