La monarquía parlamentaria más antigua del planeta vela a su reina en el corazón del Parlamento. Y sus representantes han sido los primeros en rendirle homenaje: gobierno y oposición, con la primera ministra a la cabeza, han sido los primeros en presentar sus respetos. Representantes de todos ellos, de quienes aguardan estas colas kilométricas para darle su último adiós. Para emocionarse frente a una mujer a quien admiraban. Forman una hilera infinita que ya ha superado los 5 kilómetros pero que puede alcanzar los 10. Tras dos noches de espera, ellos ha sido los primeros en entrar una gran emoción. La mayoría, se han vestido para la ocasión. Algunos, hasta han tenido relación personal con ella SUENA como este militar a su servicio en Balmoral en 1999. Devotos admiradores sometidos a un estricto control de seguridad para el que se han desplegado 1000 policías. Todos llevan estas pulseras identificativas, para guardar el orden en la cola. Dentro, no está permitido ni flores ni velas ni teléfonos móviles. Tan solo silencio....y respeto ante Isabel II.