El papa Francisco ha soltado este domingo una paloma blanca durante un acto de oración en homenaje a las víctimas de la guerra que ha tenido lugar en su visita a la ciudad iraquí de Mosul, destruida por el conflicto armado con el Estado Islámico. El pontífice ha llegado a la localidad en helicóptero y se ha reunido con los cristianos en las ruinas de la ciudad vieja, donde ha rezado por los muertos de todas las guerras.