Tras días de intensa búsqueda, ayer a las diez de la noche, la Policía Nacional de Málaga encontraba a Ashya y a sus padres, testigos de Jehová, mientras circulaban en un monovolumen por las calles de la ciudad. La ficha electrónica que rellenaron los padres al registrarse en un hostal de la localidad alertó a la Policía.